Aunque falso que el café de estas máquinas se contamine por aluminio, sí es cierto que las monodosis presentan una concentración superior de un elemento tóxico
02.06.13 - 00:01 -
MARÍA JOSÉ TOMÉ |
Quizás haya visto el mensaje en una red social, a través del correo electrónico o del ‘whatsapp’. Bajo el epígrafe ‘Atención, muy importante’, el breve texto alerta de los supuestos riesgos que entraña utilizar las cafeteras de cápsulas similares a las que "han popularizado dos actores conocidos americanos" (sic). Según esta cadena de mensajes, el proceso de someter los envases monodosis que contienen el café molido a "una altísima presión, de hasta 50 bares" provoca que la infusión resultante "salga con residuos de aluminio altamente contaminante", por lo que las autoridades sanitarias "están sopesando" la prohibición de estas cafeteras al ser "cancerígenas". Tras apelar a supuestas presiones de los fabricantes para "silenciar" estas cuestiones, el mensaje sostiene que "en Alemania se ha paralizado la comercialización" de estos aparatos. Obviamente, todo es falso. Se trata de un bulo viral, un ‘hoax’ -uno más- que, gracias a internet y a las redes sociales, ha logrado un efecto de amplificación enorme en muy poco tiempo.
Ni las autoridades españolas están barajando la retirada del mercado de estos electrodomésticos, cada vez más populares en los hogares, ni Alemania los ha prohibido, ni nuestra salud está en riesgo por utilizarlos. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) se ha apresurado a desmontar el burdo engaño, para tranquilidad de los más cafeteros. Para empezar, estas cafeteras no funcionan a una presión de 50 bares, sino de 15 ó 19 y el proceso por el que la cápsula es sometida a altas temperaturas para extraer el café es "muy breve, lo que minimiza la posibilidad de contaminación por aluminio. Además, ésta se suele dar sobre todo en alimentos ácidos, como el tomate, zumo de naranja... y el café no llega a ser tan ácido", puntalizan portavoces de la OCU, para quienes el "problema" de estas cafeteras no es otro que "resultan especialmente caras. Cuatro cafés al día suponen unos 500 euros al año", apuntan.
Ahora bien, tras aclarar que no hay ningún riesgo a la hora de consumir este tipo de café, hay que reconocer que existe en el trasfondo del mensaje-bulo un poso de verosimilitud, convenientemente aderezado con una considerable dosis de mentira para crear una alarma con un recurso tan fácil como es el cáncer. Porque si bien es cierto que el aluminio de las cápsulas no tiene efectos nocivos para la salud, no lo es menos el hecho de que el café contiene un elemento que se ha revelado cancerígeno en animales de laboratorio. Se trata del furano, un compuesto orgánico que se forma durante el tratamiento térmico de los alimentos y bebidas como resultado de la reacción de Maillard, la misma que provoca el color oscuro de la carne asada o frita.
Un estudio realizado por investigadores del Departamento de Química Analítica de la Universidad de Barcelona y publicado en la revista ‘Food Chemistry’ reveló concentraciones más altas en el café exprés (43/146 nanogramos/mililitro) que en el de cafetera de goteo, tanto normal (20/78 ng/ml) como descafeinado (14-65 ng/ml). Los niveles fueron menores (12/35 ng/ml) en el soluble, pero muy superiores en el café de cápsulas, (117/244 ng/ml); es decir, diez veces más que en los de sobre.
Según los investigadores que realizaron el estudio, la causa obedece a que las cápsulas herméticas evitan las pérdidas de furano, que es un elemento muy volátil, y a que las cafeteras donde se prepara aplican una mayor presión de agua caliente, lo que favorece su transmisión a la bebida. Por contra, la presencia de este elemento es menor cuanto más tiempo está el café expuesto al contacto con el aire, ya que le da tiempo a evaporarse. Pero que no cunda el pánico entre los consumidores del café que tanto gusta a George Clooney: en todos los casos, los investigadores aseguraron que las concentraciones de furano están dentro de límites seguros para la salud; para rozar los valores máximos aceptables, una persona tendría que tomar al día un mínimo de 20 cafés de cápsula, 30 cafés exprés o bien 200 cafés solubles.
Nespresso pierde la batalla por la exclusividad
No solo Alemania no ha prohibido la comercialización de estos electrodomésticos, sino que una sentencia dictada en este país puede suponer la liberalización definitiva de la venta estas cápsulas. La Audiencia Territorial de Düsseldorf ha dictaminado que Nestlé tendrá que permitir que empresas de la competencia vendan suministros monodosis que encajen en sus cafeteras domésticas de la marca Nespresso. Esta resolución de los tribunales germanos podría poner fin a la batalla judicial emprendida por la multinacional suiza en toda Europa para preservar la exclusividad de su sistema, también en España, donde varias firmas comerciales (Marcilla, Fortaleza, Baqué…) comercializan cápsulas compatibles con las famosas cafeteras en supermercados y normalmente a un precio algo más barato.
Fuente de la noticia:
El café en cápsulas, cada vez más de moda.
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