¿Qué es la cocaína?
La cocaína es un estimulante del sistema nervioso central. Es el principal alcaloide de la planta de coca, el "Erythroxylon coca", un pequeño arbusto que crece en las regiones subtropicales de América del Sur, en los valles cálidos de las laderas orientales de la cordillera de los Andes.
Las hojas secas de la planta de coca han venido siendo utilizadas, generalmente mascadas, por los indígenas de Perú, Bolivia y otros países sudamericanos desde al menos el siglo VI. Durante la época de máximo esplendor del imperio Inca (siglos XI-XV) su consumo tenía un carácter sagrado, de tal modo que su uso estaba restringido para ceremonias de tipo religioso. Posteriormente, la hoja de coca perdió gran parte de su significado sagrado, produciéndose a su vez una generalización de su consumo. Los Incas consumían la coca fundamentalmente mascando las hojas. Tomada de esta forma, el sujeto lograba una importante estimulación, y por lo general los mismos efectos mentales, si bien mucho menos intensos y más sostenidos que los de su principio activo, la cocaína.
El principio activo de la hoja de coca, la cocaína, fue aislado por primera vez en 1855. A partir de aquí el interés por la cocaína se generalizó rápidamente, y diversos productos que adquirieron una gran popularidad en aquella época incluían la cocaína entre sus ingredientes activos. Al generalizarse el consumo de cocaína, se hicieron cada vez más patentes sus efectos nocivos y sus propiedades adictivas y hacia 1910 empezó a caer en desuso hasta que en la década de los 80 volvió a generalizarse de nuevo.
Cómo se consume
Las vías de consumo más frecuentemente utilizadas en nuestro medio son la fumada (en base-libre o en crack), la intravenosa y sobre todo la intranasal (esnifada); así mismo también se consume frotándola sobre las encías.
La cocaína, que es una sal soluble en agua, se presenta habitualmente como un polvo blanco el clorhidrato de cocaína, adecuada para ser inyectada o esnifada, y que se descompone al ser calentada. Se suele mezclar con sustancias tales como talco, maicena, anfetaminas, quinina, estricnina, detergentes, formol, etc. De ahí que su pureza fluctúe entre un 5% y un 56%.
Para que pueda ser fumada, la droga debe ser alterada químicamente para dar lugar a la cocaína en base-libre, que a su vez puede ser mezclada con bicarbonato sódico dando lugar al "crack". De hecho, el crack, que recibe su nombre del sonido que hace la mezcla al calentarse y que se presenta en forma de rocas blancas, constituye una forma más concentrada de cocaína.
Cuanto más rápida sea la absorción, más intenso será el estímulo, pero a su vez más breve será la acción. La cocaína fumada constituye la forma más rápida de entrada en la circulación cerebral (aproximadamente entre 6 y 8 segundos). Al ser inyectada por vía intravenosa intravenosa, la droga alcanza el cerebro en aproximadamente el doble de tiempo que al ser fumada. Tras la administración intranasal, los cambios en el estado de ánimo y en la euforia son percibidos a los 3-5 minutos. Por lo que respecta a la duración de los efectos, estos suelen ser de 15-30 minutos por la vía esnifada y alrededor de 5 a 10 minutos al fumar la droga.
Si bien el uso de crack o de cocaína en base libre se ha convertido en una forma muy popular de consumo de la droga, la vía intranasal continúa siendo la más frecuentemente utilizada. Según la última encuesta nacional, dirigida a población general y realizada a finales de 1999 (Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas) un 1.5% de los españoles había consumido cocaína en el último año, un 3.1% había consumido ocasionalmente y un 0.8% realizaba un consumo habitual. El consumo de cocaína entre población escolar, 14 a 18 años, es más elevado que en población general. La edad media de inicio en el consumo de cocaína entre los escolares, según los datos de la Encuesta sobre Drogas a la Población Escolar 1998 (Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas), es de 15.4 años, y el 4.8% declara haberla probado en alguna ocasión, mientras que el 4.1% de los escolares la ha consumido en el último año, habiéndose observado un incremento significativo y progresivo en el consumo desde 1994. Por su parte la vía endovenosa es usada casi exclusivamente por los sujetos politoxicómanos.
Efectos en el organismo
La cocaína produce unos efectos estimulantes breves, acompañados de:
- Elevación del estado de ánimo, excitabilidad, locuacidad, exceso de confianza.
- Dilatación de las pupilas.
- Aumento de la presión sanguínea y de la frecuencia cardíaca.
- Elevación de la temperatura corporal.
Los efectos que se experimentan tras una dosis de cocaína consisten en una profunda sensación de bienestar, junto con claridad mental, elevación del humor y del estado de alerta, una mayor agudeza mental, incremento de la autoconfianza y de la autoestima, así como de las sensaciones de mayor fortaleza y de capacidad de acción. En definitiva, el individuo experimenta una subjetiva exageración de sus capacidades y habilidades, así como de todas las sensaciones placenteras normales. Sin embargo, el efecto subjetivo más importante asociado al uso repetido de la droga es una intensa euforia que es experimentada como una intensa "llamarada" de placer que dura varios segundos. Estos efectos subjetivos aparecen de forma casi inmediata y si bien son independientes de la vía de consumo, la intensidad con que son experimentados si que van a depender de la dosis, de la vía de administración y de la forma de consumo.
El uso repetido de cocaína conlleva el desarrollo de tolerancia a la euforia y a la mayoría de sus efectos y sensaciones subjetivas, con lo que se necesitan cada vez mayores dosis para experimentar los mismos efectos. Asímismo, aparece una tolerancia parcial hacia los efectos cardiovasculares. El uso continuado de la cocaína se debe en parte al desarrollo de tolerancia y a la intensidad de estos efectos subjetivos, y por lo tanto a la aparición de un intenso "craving", deseo o ansia de volver a consumirla para experimentar de nuevo las sensaciones de euforia. Esto se refleja en la tendencia que presentan los animales de experimentación para auto-administrarse cocaína hasta sufrir una toxicidad grave o incluso la muerte, y en preferencia sobre la comida. De hecho, es una de las drogas más adictivas.
El consumo de cocaína ha sido relacionado con importantes consecuencias adversas para la salud. El uso continuado puede producir congestión nasal, ulceración de la membrana mucosa de la nariz o incluso perforación del tabique nasal. Si bien la cocaína produce una mayor excitación sexual, también provoca impotencia. Así mismo, el consumo de cocaína también puede provocar otros efectos adversos:
Complicaciones neurológicas: Se pueden producir convulsiones, tics y otros movimientos involuntarios, y accidentes cerebrovasculares como por ejemplo infartos cerebrales o hemorragias cerebrales.
Alteraciones psiquiátricas: Con el uso continuado de la droga pueden aparecer trastornos del estado de ánimo como episodios depresivos, insomnio, cuadros de ansiedad, crisis de pánico, alteraciones de la memoria, o síntomas psicóticos como por ejemplo cuadros de tipo paranoide o alucinaciones. Cuando los consumidores habituales dejan de usar cocaína, a menudo se deprimen. Eso también puede llevar a un mayor uso de cocaína para aliviar la depresión.
Problemas respiratorios, como es el caso de un aumento de la frecuencia respiratoria, respiración irregular, parada respiratoria o edema pulmonar.
Complicaciones cardiovasculares: La cocaína puede producir un estrechamiento de las arterias del corazón o del cerebro. Esto puede ocurrir en sujetos jóvenes en buen estado físico y puede provocar un infarto del corazón (infarto agudo de miocardio agudo de miocardio), o muerte súbita. De hecho, la principal causa de infarto agudo de miocardio en menores de 40 años es debida al consumo de cocaína. También pueden provocar alteraciones del ritmo cardíaco, hemorragias internas, hipertensión, o shock.
Complicaciones obstétricas y neonatales: El consumo de cocaína durante el embarazo se ha asociado con la aparición de placenta previa, abortos espontáneos, retraso del crecimiento intrauterino del feto, malformaciones congénitas, o retraso psicomotor en el recién nacido.
Además, el consumo de cocaína ha sido relacionado con un mayor riesgo de transmisión para el virus del sida.
Cuando sospechar que alguien está consumiendo cocaína
Existen una serie de signos y síntomas que cuando aparecen pueden ser sugerentes del consumo de drogas de abuso en general pero que también pueden aplicarse a la cocaína:
- Pérdida de apetito.
- Adelgazamiento llamativo en poco tiempo.
- Cambios de humor importantes, de modo que el consumidor de cocaína puede oscilar entre un estado de hiperexcitación y depresión.
- Disminución de la capacidad de concentración.
- Una mayor irritabilidad o incluso agresividad.
- Pérdida de interés por los amigos o por los acontecimientos sociales.
- Alteraciones del sueño.
- Dificultades académicas.
- Pérdida de empleo y dificultades económicas.
- Problemas conyugales o de relación con la pareja.
- Cansancio crónico.
Fuente de la noticia:
Incapacidad para pensar con claridad. El adicto o adicta es incapaz de concentrarse. Esto hace muy trabajoso el conseguir hablar o razonar con el adicto sobre lo que le está pasando, y aún más ayudarle.
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