sábado, 31 de agosto de 2013

¿Se va a bañar tras hacer ejercicio? Tenga cuidado con el hielo, aconsejan los investigadores.

Un estudio halló que para la mayoría de personas, bañarse en hielo tras el ejercicio provoca dolor, pero no confiere ninguna ventaja.
Robert Preidt
Traducido del inglés: jueves, 22 de agosto, 2013

MIÉRCOLES, 21 de agosto (HealthDay News) -- Tomar un baño con hielo tras el ejercicio no reduce el dolor muscular ni la pérdida de fuerza, según un estudio reciente.
"No le ayuda a sentirse mejor, y no le ayuda a rendir más", señaló en un comunicado de prensa de la Universidad de New Hampshire la investigadora líder, Naomi Crystal.
"Los baños de hielo son un tratamiento muy popular, pero la investigación realmente ha arrojado datos mixtos sobre si son beneficiosos o no. Son muy incómodos. Si no funciona, es una pérdida de tiempo", anotó.
El estudio incluyó a 20 estudiantes universitarios de sexo masculino que eran activos recreacionalmente, y que corrieron durante 40 minutos. La mitad tomó un baño de hielo de 20 minutos en agua helada a la altura del muslo, con 40 Fº (4.4 Cº) de temperatura.
"Es realmente frío", dijo Crystal. "Algunos de los chicos casi lloraron".
Los participantes se sometieron a pruebas de seguimiento para medir el dolor muscular mientras bajaban por unas escaleras, la fuerza del cuádriceps, la circunferencia del muslo y los niveles de un marcador de la inflamación en su sangre.
No hubo diferencias en la fuerza ni en el dolor muscular entre los que tomaron el baño helado y los que no. La circunferencia del muslo no cambió de forma significativa en ninguno de los participantes.
Los hombres que tomaron los baños de hielo sí mostraron una posible reducción leve en la inflamación, pero los hallazgos no fueron concluyentes, según el estudio, que aparece en una edición reciente en línea de la revista European Journal of Applied Physiology.
A pesar de los hallazgos, Crystal no está convencida de que los baños de hielo no sirvan para nada.
"Úselos poco. Úselos durante los torneos, con un deportista que haya hecho algo extraordinario. Pero para los deportistas del día a día, no los recomendaría. Son dolorosos y requieren mucho tiempo", apuntó.

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTE: University of New Hampshire, news release, Aug. 19, 2013
HealthDay




¿Verduras frescas, congeladas o de bote ?

Comer verduras es bueno para la salud por muchas razones, y sobre todo, debido a los antioxidantes, que son unas sustancias que producen para protegerse de las moléculas agresivas del entorno, los radicales libres. Al comer verduras nos estamos beneficiando del efecto protector de los antioxidantes contra los radicales libres producidos por nuestro propio cuerpo o procedentes del entorno (contaminación, humo de cigarrillos, toxinas de los alimentos…).

Un exceso de radicales libres en el cuerpo o una falta de antioxidantes naturales favorece la destrucción celular y, por tanto, el envejecimiento y la aparición de enfermedades. Los radicales libres pueden producir la muerte de las células del cerebro, las neuronas, provocando enfermedades neurodegenerativas (enfermedades ligadas a la destrucción de las células nerviosas) como por ejemplo el Parkinson, que provoca temblores, ya que el cerebro no es capaz de controlar bien las extremidades.

Cuanto más mayores nos hacemos, más intensa se vuelve la acción de los radicales libres, haciendo aún más necesario el consumo de antioxidantes en nuestra alimentación. 

En cualquier caso, la cuestión es saber de qué forma se deben consumir las verduras para obtener un aporte mayor de antioxidantes.

Como podrá imaginar, contienen su nivel máximo de antioxidantes en el momento en el que están maduras y se recolectan. Pero muy pocos tenemos la oportunidad de alimentarnos directamente de un huerto en todas las estaciones del año. Y de todas maneras, muchas verduras no pueden tomarse crudas (berenjenas, judías verdes, coles de Bruselas…). Por ello también es importante tener en cuenta el efecto de la cocción sobre los antioxidantes. 

Le presento una información útil procedente de un gran estudio publicado en 2009 en la revista “Food Research Internacional”, en el que tres investigadoras españolas de la Universidad de Murcia examinaron 24 verduras de consumo habitual según los procesos que seguían en la vida real del consumidor: frescas y conservadas en la nevera a 4ºC; congeladas a -20ºC, y, por último, guardadas en botes de conserva durante un periodo de 18 meses. 

Las verduras objeto del estudio son las que se suelen encontrar en el supermercado, como alcachofas, espárragos, alubias, remolacha, brócoli, coles de Bruselas, zanahorias, coliflor, apio, pepinos, berenjenas, escarola, ajo, judías verdes, puerro, lechuga, maíz, cebollas, guisantes, rábano, espinacas, acelgas, calabacín y pimiento (sin precisar el color). Se echa de menos en el estudio a un gran ausente: el tomate.

Nota para eruditos: aunque en Botánica las verduras y las hortalizas son dos grupos distintos, en Alimentación todo se considera verduras, por lo que así aparecen nombradas en el estudio.

Frescas, la mejor opción

Cuando están frescas, todas las verduras tienen muy buenos antioxidantes. No obstante, se pueden distinguir tres grupos:

En primer lugar, las que tienen un gran poder de inhibición de los radicales libres, superior al 75%. Son la remolacha, las espinacas, las acelgas, las alubias y las alcachofas, o dicho de otra manera, las de color oscuro, que lo son debido a las partículas de color que contienen, que por lo general son antioxidantes. 

A continuación se encuentra el grueso del grupo, con un poder de inhibición de los radicales libres comprendido entre el 50 y el 75%. Se trata del ajo, la escarola, las coles de Bruselas, los guisantes, el maíz, el brócoli, el calabacín, la berenjena, las zanahorias, las cebollas, los espárragos, la lechuga, el apio, los pepinos, las judías verdes y el rábano.

Por último, el tercer grupo tiene un poder antioxidante más débil, comprendido entre el 25 y el 50%. Se trata de la coliflor, el puerro y el pimiento.

Pero el fin de este estudio consistía en comparar lo que ocurre una vez que las hemos comprado y las guardamos en casa.

A algunas verduras no les afecta el modo de conservación

El primer descubrimiento, asombroso, es que a algunas verduras no les afecta la forma de conservación.

Por eso, aunque las guarde en la nevera, o congeladas o las consuma en conserva, siempre van a tener el mismo poder antioxidante. Se trata de las alcachofas, los pepinos, la escarola, las berenjenas, las cebollas, los calabacines, el rábano, los pimientos y, curiosamente, la lechuga, la cual todavía no he visto ni en bote de conserva ni congelada. 

¿Qué ocurre en la nevera?

Esta forma de conservación es eficaz, pero únicamente para un día, ya que las verduras sólo pierden de esta manera entre un 0,3 y un 0,8% de su capacidad antioxidante, a excepción -y es un dato importante- de los pepinos y los calabacines, que pierden entre el 24 y el 34% de su capacidad antioxidante desde el primer día. 

Después de 7 días en la nevera, algunas verduras como el brócoli, las coles de Bruselas y los puerros han perdido entre el 30 y el 40% de su acción antioxidante.

Las verduras congeladas

Tras estar congelado únicamente un día, el brócoli pierde el 15,1% de sus propiedades antioxidantes, las acelgas el 20%, las judías verdes el 23% y los guisantes el 26%.

Después de 8 meses congelados, los espárragos han perdido el 40% de su actividad antioxidante, el brócoli el 48%, las coles de Bruselas el 31%, las espinacas el 21% y el ajo el 19%.

Queda demostrado entonces que congelar no resulta tan bueno para salvaguardar las propiedades nutritivas de las verduras como se pensaba desde hace tiempo. Y que incluso estando en el congelador es importante no tardar en consumirlas.

Las conservas

Aunque los fabricantes añadan a menudo antioxidantes como la vitamina C (ácido ascórbico) y el ácido cítrico para mejorar su conservación, algunas verduras, como el apio, pierden hasta el 100% de su capacidad antioxidante cuando se guardan en conserva. La remolacha pierde el 64%, los guisantes el 46%, las espinacas el 32%, las acelgas y las alubias el 29%, los espárragos el 25% y las judías verdes el 13%. El ajo pierde el 60%.

Por consiguiente, en conserva es la peor forma de consumir verduras (al menos en cuanto a lo que se refiere a sus propiedades antioxidantes). Y da lo mismo que estén en conserva 1 día que 18 meses, porque todo el poder antioxidante que tenían que perder lo pierden desde el primer momento… ¡así que la única “ventaja” de esta forma de consumirlas es que pasar mucho o poco tiempo en conserva no cambia prácticamente nada!

¡A su salud!

Juan-M Dupuis

Fuentes 

(1) “Vegetables antioxydant losses during industrial processing and refrigerated storage” (Pérdida de antioxidantes en las verduras durante el proceso industrial y el refrigerado). Antonia Murcia, Antonia Ma Jiménez, Magdalena Martínez-Tomé “Food Research Internacional” Volumen 42, Número 8, octubre 2009, págs.1046-105 

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martes, 27 de agosto de 2013

Qué son los masajes ?

Los masajes, son aquella manipulación, de los diversos tejidos musculares que existen en el cuerpo, para aumentar la irrigación sanguínea, a los mismos músculos y, de aquella manera, ampliar la funcionalidad de estos, con lo cual se logra un estado de relajación y satisfacción.
De hecho, para la Real Academia de La Lengua, la palabra masajes, es el plural de masaje, que significa: Operación consistente en presionar, frotar o golpear rítmicamente y con intensidad adecuada determinadas regiones del cuerpo, principalmente las masas musculares, con fines terapéuticos, deportivos, estéticos, etc.
Por lo mismo, es que los masajes, son considerados principalmente, como elementos terapéuticos. O sea, que ayudan a sanar una dolencia. Es así, como a estos masajes, se les llama mesoterapia. Incluso, en algunos países, estos masajes no pueden ser practicados por cualquier persona, sino una idónea, mencionada por las leyes de salud internas del país. Es así, como en la mayoría de los casos de los masajes realizados en mesoterapia, deben ser practicados por fisioterapeutas.
Se cree que los masajes, ya eran algo rutinario, entre los hombres de la prehistoria. Debido al hecho, que lo más seguro, al momento que uno de ellos se sintieran mal, es que el mismo se tocaran la zona adolorida, en una manera de disipar el dolor y acelerar la mejoría.
Asimismo, en el 3000 a.c., los chinos, ya habían desarrollado masajes para tratar dolencias entre sus ciudadanos. Incluso hay manuscritos médicos, los cuales describen en forma detallada como realizarlos.
De igual manera, en la antigua India, ya tenían la concepción, de lo beneficiosos que eran los masajes. Ya que ellos, veían en los mismos, una manera de sanación, desde afuera hacia la parte interna del cuerpo; la famosa disciplina hindú del yoga permite el automasaje para los tejidos musculares y organos internos. Los egipcios, persas y orientales en general, tenían diseños, de cómo realizar masajes y lo prudente de su aplicación, en ciertas dolencias específicas.
También los griegos y romanos, entendían lo beneficiosos que eran los masajes. Muchos de los hombres más ilustres de estas dos culturas, se aplicaban masajes, de manera rutinaria. Incluso la mitología griega, habla de lo positivo que era realizarse masajes en el cuerpo.
Hoy en día, existen diversos masajes que son alternativos, con respecto a los tradicionales, que son empleados en el mundo de la medicina alternativa. Es así, como o los masajes orientales, como el japonés, el tailandés y otros, son los más cotizados por aquellas personas que buscan relajarse. Y es que este tipo de masajes, son utilizados preferentemente como medios de relajación, más que con fines terapéuticos. De la misma manera, muchos estilos practicados por personas oriundas de diversas islas de la polinesia, se han transformado en un gran furor, entre los adeptos de los masajes de relajación.
De igual manera, están aquellos masajes que son utilizados para ayudar a perder grasa corporal. Son los llamados de drenaje linfático, los cuales son practicados por personas idóneas. Estos masajes, consisten en manipular zonas anexas a los ganglios linfáticos, para que la grasa depositada en aquellas partes, sea drenadas de manera natural por medio de estos.
Pero lo que siempre se debe tener claro, es que cualquiera que sea el estilo de masajes que uno se va a practicar, estos deben ser realizados por personas con conocimiento de causa sobre los mismos. Ya que un masaje mal practicado, puede conllevar gran dolor y un horrible hematoma, que durará por varias semanas. Peor aún, puede llegar a agudizar los síntomas, por los cuales se buscó realizarse un masaje, de manera de erradicarlos.

viernes, 23 de agosto de 2013

Confirmado: miles de casos de narcolepsia provocados por la vacuna contra la gripe A / H1N1

El British Medical Journal (BMJ), una de las revistas médicas más prestigiosas del mundo, ha publicado un estudio en el que demuestra el espectacular aumento de casos de narcolepsia provocado por la vacuna Pandemrix, muy utilizada para tratar la gripe H1N1 en 2009. El Pandemrix en un producto de la empresa farmaceútica GlaxoSmithKline (GSK). (1)

Las autoridades finlandesas y suecas ya habían informado del problema en agosto de 2010, al constatar que el riesgo de padecer narcolepsia se había multiplicado por 13 en los niños y jóvenes vacunados. (2)

La narcolepsia es un trastorno neurológico terrible. Las personas afectadas pueden caer dormidas a la mínima emoción, como por ejemplo una simple carcajada. ¿Puede imaginarse una vida así, en la que reír se convierta en algo peligroso? Por desgracia, éste no es el único síntoma de la narcolepsia. También puede provocar alucinaciones, parálisis, problemas de concentración, agitación, dificultades para conciliar el sueño con normalidad, terribles pesadillas e incluso catalepsia (ese trastorno repentino del sistema nervioso que provoca la pérdida momentánea de la movilidad y de la sensibilidad, paralizando por completo el cuerpo y haciendo que la persona se desplome literalmente mientras está realizando sus tareas cotidianas). Por eso, los afectados ya no pueden realizar ninguna actividad potencialmente peligrosa, ni siquiera conducir.  

Hasta el momento no se conoce ningún remedio. Por lo general, a las víctimas se les administran medicamentos muy fuertes para controlar los síntomas. Se trata sobre todo de anfetaminas o medicamentos similares, como el Adderall. Todos estos medicamentos pueden provocar graves efectos secundarios, como taquicardia, diarrea, nerviosismo, fatiga, vómitos, ansiedad, palpitaciones, temblores y episodios maniáticos. 

Negarlo primero… para acabar admitiéndolo después

Ante tal catástrofe sanitaria, en un primer momento se dijo que el aumento de la narcolepsia vivido en Finlandia y Suecia se debía probablemente a peculiaridades locales.

La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), que es el organismo adscrito al Ministerio de Sanidad responsable de garantizar la seguridad de los medicamentos, entre otros asuntos, se hizo eco por primera vez de lo que estaba ocurriendo en esos países nórdicos el 18 de febrero de 2011. Y lo hizo para afirmar que “la información disponible es insuficiente para establecer una relación causal entre la narcolepsia y la vacunación con Pandemrix”, que fue la que se administró ampliamente en la campaña de vacunación 2009-2010.

Apenas dos meses después, la AEMPS lanzó una “actualización de la información” con un cambio radical de criterio. Haciéndose eco de los resultados preliminares de nuevos estudios y de casos espontáneos que empezaban a producirse en otros países europeos, reconoció “un incremento de riesgo de narcolepsia en niños y adolescentes vacunados con Pandemrix” y recomendó a los profesionales sanitarios “la evaluación beneficio/riesgo individual” antes de administrar la vacuna. (3)

En otros países se llevaron a cabo importantes estudios. Y de hecho, una investigación francesa coordinada por el Dr. Antoine Pariente, que formaba parte de una serie de estudios europeos que se hicieron públicos el 20 de septiembre de 2012, ya mencionaba que en las personas vacunadas se multiplicaba por cuatro el riesgo de desarrollar narcolepsia.

La noticia ocupó alguna página de los periódicos en septiembre del año pasado, pero ahora es elBritish Medical Journal quien da la voz de alarma. Y el estudio en el que se basa, realizado con pacientes de Reino Unido, presenta un incremento aún mayor que en Finlandia o Suecia, al multiplicarse el riesgo por ¡¡14,4!! (4)

Según los investigadores, los casos de narcolepsia provocados por el Pandemrix deberían contarse por miles.

Un riguroso estudio

Los investigadores examinaron los informes sobre los niños que fueron diagnosticados con narcolepsia durante el período en el que les fue administrada la vacuna. Tuvieron acceso a las listas de los 23 centros especializados en narcolepsia según la British Sleep Society y la British Paediatric Neurology Association. Se fijaron normas estrictas para excluir del estudio a todos aquellos niños cuyo diagnóstico de narcolepsia no había sido determinado con claridad. 

Se enviaron cuestionarios a los diferentes médicos implicados para asegurarse de que los niños habían recibido efectivamente la vacuna Pandemrix y para confirmar la fecha de administración. Toda esta información se comparó con los datos sobre la aparición de los casos de narcolepsia. La conclusión de estos investigadores fue rotunda: 

“El estudio demuestra un aumento significativo del riesgo de narcolepsia en los niños que, en Inglaterra, recibieron la cepa de la vacuna pandémica Pandemrix con el adyuvante AS03 (escualeno). Nuestro estudio ha proporcionado un cociente de probabilidad de 14,4 (4,3 de 48,5) en el análisis primario. Estas cifras son compatibles con el riesgo relativo del 13 descubierto en Finlandia en un estudio epidemiológico analítico retrospectivo”

Sus resultados indican que el Pandemrix provocó 14,4 veces más casos de narcolepsia que lo que habría cabido esperar.

Una de las razones por las que se podría explicar que el aumento de la narcolepsia no se notara en Inglaterra es el hecho de que la vacuna Pandemrix no se había administrado de manera generalizada entre los niños, mientras que en Finlandia, donde rápidamente se detectó la tragedia, sí se había hecho así. En Inglaterra, la cobertura de vacunación general fue del 27,3% (para los grupos de riesgo fue del 43,9% y del 26,3% para los niños que no se encontraban en situación de riesgo). Las personas infectadas con H1N1 se consideraban grupo de riesgo. 

Miles de casos de narcolepsia

Lo que ahora mismo está claro es que el Pandemrix ha provocado miles de casos de narcolepsia en niños de todo el mundo en unos pocos años. 

Hoy en día no hay manera de negar la realidad de esta catástrofe provocada por una vacuna que se impuso a la población de forma precipitada, tras una campaña alarmista sobre una enfermedad que de hecho resultó ser benigna. 

Los investigadores han sido todavía más explícitos:

El aumento de riesgo de narcolepsia tras la vacunación con el coadyuvante AS03 de la vacuna pandémica A/H1N1 señala una asociación causal, similar a las conclusiones obtenidas en el caso de Finlandia.

Por tanto, ya no hay manera de escapar de la realidad: el coadyuvante AS03 del Pandemrix provoca la narcolepsia. Ahora la cuestión es saber qué otras enfermedades autoinmunes pueden llegar a aparecer en los próximos años como consecuencia de esta vacuna.

Escualeno: el coadyuvante que destruye vidas

Los investigadores han aclarado asimismo que lo que ha provocado la narcolepsia ha sido el coadyuvante AS04 utilizado en el Pandemrix. En los fármacos, los coadyuvantes son las sustancias que se añaden para ayudar a que despliegue su acción el componente principal. Numerosas voces se han querido sumar a la prevención de los riesgos que conlleva que el ingrediente activo del AS04 sea el escualeno.

Pero aunque se prohibiera el escualeno, el problema de los coadyuvantes peligrosos seguiría ahí. Los investigadores han demostrado que el aluminio, otro coadyuvante utilizado en las vacunas, es responsable de un amplio abanico de efectos no deseados, como el lupus eritematoso, la miofascitis macrofágica, la artrosis reumatoide, el síndrome antifosfolípidos, así como otros trastornos muy debilitantes.

Existe una nueva generación de coadyuvantes transgénicos realizada con bacterias que fabrican partículas de tipo antígeno (es decir, que introducidas en el organismo dan lugar a reacciones de defensa, tales como la formación de anticuerpos). Éstas desempeñan el papel de antígenos y de coadyuvantes y conllevan riesgos parecidos al del escualeno. Todos son lípidos. Desde hace décadas, se sabe que la inyección de un lípido es susceptible de provocar enfermedades autoinmunes. Durante los primeros años de experimentación con esta clase de coadyuvantes, se determinó que eran demasiado peligrosos como para utilizarse en las vacunas. De hecho, se utilizan en experimentos con animales para provocarles trastornos autoinmunes con el fin de permitir la puesta en marcha de tratamientos contra las enfermedades humanas que replican.

¿Cómo es posible fingir que semejantes coadyuvantes no son peligrosos?

La realidad es que la tragedia de la que hablamos aquí se podía haber evitado por completo. Los riesgos de la inyección de escualeno se conocen ya desde hace décadas. No hay ninguna excusa para utilizarlo en las vacunas.

El precio que hay que pagar

Los niños afectados están condenados a una vida de invalidez como consecuencia de la narcolepsia, pero también de los medicamentos que se les recetarán para tratarla. Cuando además nos enteramos de que la enfermedad contra la que se suponía que se les estaba protegiendo ha resultado ser benigna, nos damos cuenta de que esta tragedia es totalmente imperdonable. 

Asimismo, está igual de claro que a estos niños les espera una vida de sufrimiento, y todo por una única y sencilla razón: la codicia. Porque las personas que sufren de narcolepsia como consecuencia del Pandemrix pagan, en realidad, un precio muy alto por la codicia de GSK, de las agencias gubernamentales y de los médicos.

Creo que esta información es tan terrible que tiene que conocerse. Por eso en esta ocasión les animo especialmente a reenviar el e-mail de hoy a todo su entorno.
Hoy más que nunca le invito a mostrar su repulsa contra la avaricia y la falta de escrúpulos de algunas corporaciones e individuos, más preocupados de su cuenta de resultados que del bienestar del ser humano. 

Juan-M Dupuis, a partir de un texto de Heidi Stevenson, publicado en Gaia Health.  

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Fuentes 

  1. “Risk of narcolepsy in children and young people receiving AS03 adjuvanted pandemic A/H1N1 2009 influenza vaccine: retrospective analysis”, British Medical Journal (BMJ); Elizabeth Miller, Nick Andrews, Lesley Stellitano, Julia Stowe, Anne Marie Winstone, John Shneerson, Christopher Verity, 26.02.13
  2. "National Institute for Health and Welfare recommends discontinuation of Pandemrix vaccinations", National Institute for Health and Welfar, 25.08.2010
  3. Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). Nota informativa MUH (FV) 03/2011 sobre “Pandemrix (vacuna frente a la gripe A/H1N1 pandémica) y casos de narcolepsia”, de 18.02.11, y Actualización de la Información en Nota informativa MUH (FV) 05/2011, de 15.04.11
  4. “Le vaccin Pandemrix soupçonné d'entraîner des risques de narcolepsie", publicado por Le Monde el 20.09.2012.  


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martes, 20 de agosto de 2013

El alto consumo de ciertos alimentos perjudica a los huesos.

Nuestros huesos son una parte fundamental del cuerpo por esta razón debemos cuidar nuestra salud ósea.
Los huesos están formados fundamentalmente de calcio y cuando este mineral es insuficiente aparecen enfermedades a causa de la falta de este componente en el cuerpo.


La mayoría sabemos que comer para fortalecer los huesos y prevenir afecciones. Pero también es importante conocer que productos se deben ingerir en poca cantidad porque sino interfieren en la absorción del calcio en el cuerpo.
Los alimentos que se deben consumir moderadamente son:
-sal: el alto consumo de sal debilita los huesos
-bebidas o gaseosas cola: reduce la densidad de los huesos debido a que contienen acido fosfórico que interfiere en la absorción de calcio
-cafeína: impide y reduce la absorción de calcio en el cuerpo
-alimentos dulces: el alto nivel de azúcar refinada en el organismo reduce la absorción de calcio
-carne roja: favorece la eliminación de calcio por orina por lo que perjudica la salud de los huesos
-fiambres y enlatados por la cantidad de sal que poseen
-espinacas y acelgas crudas ya que contienen sustancias que impiden que el cuerpo asimile el calcio
-productos elaborados con aceite hidrogenados ya que elimina la vitamina K que ayuda a mantener fuertes a los huesos

No es necesario eliminar de la dieta totalmente los productos de la lista solo consumirlos en cantidades moderadas. En especial en el caso de los niños y los ancianos porque sus huesos son mas sensibles y frágiles.
Debemos cuidar nuestros huesos para que estén fuertes y sanos por medio de una adecuada alimentación. 

domingo, 18 de agosto de 2013

La terapia con láser podría reducir los síntomas de la Fibromialgia.

Según un estudio reciente, la terapia con láser podría reducir los síntomas de la fibromialgia.
Se denomina terapia con láser al uso de rayos de luz amplificados, llamados láseres, para diagnosticar o tratar enfermedades. Hay dos tipos principales de láseres que se utilizan en la medicina, láseres de contacto y láseres sin contacto. Los de contacto funcionan mediante el envío de un láser de luz a través de una punta de fibra o de zafiro. La punta absorbe energía de la luz y se calienta. Cuando la punta caliente toca cualquier tejido vivo en el cuerpo, las células dañadas son vaporizadas, o sea, son extraídas al ser convertidas de un sólido a un gas. Los láseres sin contacto no tocan el tejido. Operan mediante la transferencia de la luz láser en forma de energía radiante concentrada en un solo rayo sobre el tejido. El calor se produce cuando la célula absorbe esta energía. En ambos casos, la luz de láser no es caliente. Se crea calor únicamente después de que la energía radiante del láser sea absorbida por el tejido objetivo.
En un estudio reciente, los investigadores asignaron al azar a 38 mujeres con fibromialgia para recibir tratamientos de terapia de calor por láser o tratamientos simulados de la terapia dos veces por semana durante cuatro semanas. Cada tratamiento duró siete minutos, y se administró en el cuello, los hombros y la espalda. Se administraron cuestionarios sobre el dolor y la fibromialgia y se evaluaron puntos de sensibilidad antes y después del tratamiento.
Los investigadores encontraron que las mujeres en el grupo de terapia térmica con láser experimentaron mejorías significativas en el dolor y la flexibilidad del cuerpo superior en comparación con las que recibieron el tratamiento simulado. Los autores del estudio señalaron que se observaron mejoras significativas en las puntuaciones de la fibromialgia inmediatamente después de los tratamientos con láser terapia de calor, mientras no era aparente ningún cambio en las mismas puntuaciones en el grupo de tratamiento simulado.
Los autores concluyeron que la terapia con láser de calor podría reducir el dolor y los efectos de la fibromialgia en las mujeres. Aunque es prometedor, se necesitan estudios más grandes para evaluar mejor estos resultados.
Además de la terapia con láser, existe evidencia de varios estudios que sugieren que la acupuntura puede ayudar a aliviar el dolor en la fibromialgia. Algunas investigaciones sugieren que la acupuntura también podría mejorar los síntomas de la fatiga y la ansiedad.
Para obtener más información acerca de la terapia con láser y de otras terapias integrales para la fibromialgia, por favor visita nuestro Diccionario de Remedios y Tratamientos Naturales, elaborado en colaboración con Natural Standard, o utiliza la casilla de búsqueda arriba a la derecha.
Referencias
1. Natural Standard: La Autoridad en Medicina Integral. www.naturalstandard.com
2. Panton L, Simonavice E, Williams K, et al. Effects of Class IV Laser Therapy on Fibromyalgia Impact and Function in Women with Fibromyalgia. J Altern Complement Med. 2012 Nov 23.
Este breve informe es solo para propósitos informativos. Su propósito es ayudar a los usuarios a aclarar sus inquietudes sobre la salud. Esta información no debe interpretarse como un consejo médico específico. Antes de tomar decisiones terapéuticas, los usuarios deben consultar con un proveedor médico calificado para recibir contestaciones específicas a sus preguntas sobre terapias, diagnósticos y / o enfermedades.

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sábado, 17 de agosto de 2013

Primer culpable: el aire acondicionado‏.

Querido lector: el texto de hoy lo ha escrito Pierre Lance, autor de “Savants maudits, chercheurs exclus” (Sabios malditos, investigadores excluidos).

Le deseo que tenga una provechosa lectura. 

¡A su salud!

Juan-M. Dupuis

Cómo combatir la carraspera

Es muy frecuente, sobre todo como consecuencia de un resfriado o una gripe, padecer el desagradable fenómeno de la carraspera, es decir, la acumulación de secreciones persistentes (también llamadas flemas) en el área otorrinolaringológica. 

Estas secreciones se acumulan a menudo en las cuerdas vocales y nos obligan a carraspear para aclararnos la voz y, a veces, incluso hasta a escupir con frecuencia, lo que supone un inconveniente en la vida social.  

Generalmente se trata de una molestia que desaparece en unos días, aunque también es posible que se prolongue y que nos las tengamos que ver y desear para librarnos de ella. Hasta se puede convertir en una dolencia crónica y constituir un auténtico problema para la salud, que en principio no es grave, pero que puede acabar provocando un estrés permanente, a la vez fisiológico y psicológico, que nos fastidia la vida. Hay que hacer todo lo posible para eliminarlo.

Ante todo, hay que alegrarse de tener flemas, ya que son la primera línea de defensa que tiene nuestro organismo y demuestran que nuestro sistema inmunitario funciona. Estas secreciones las produce nuestro organismo precisamente para neutralizar y expulsar las bacterias, los virus, el polvo o las moléculas indeseables que nos invaden. 

Si las flemas persisten durante varias semanas, o incluso meses, es la prueba de que podríamos estar bajo la amenaza de una infección o un contagio permanente del que nos estarían protegiendo. En ese caso, lo que debe hacer es buscar la causa, que podría estar reactivándose de forma constante en su entorno (por ejemplo, en el lugar de trabajo o en los transportes que utiliza a diario). 

Primer culpable: el aire acondicionado

Hoy en día, y más en estas fechas, una de las causas más frecuentes de estas agresiones son los aparatos de aire acondicionado. No ya sólo por los violentos enfriamientos que pueden provocar, sino porque además pueden hacer que prolifere y se propague la legionela, una bacteria que genera patologías respiratorias con distintos grados de gravedad. 

El nombre de la legionela (Legionella pneumophila) proviene de una grave epidemia de neumonía que se produjo en 1976 en una convención de legionarios norteamericanos en la que todos se contagiaron de esta bacteria, difundida en la atmósfera mediante un sistema de climatización infectado. A la enfermedad se la llamó legionelosis. 

Por suerte, existen diferentes especies de esta bacteria, y no todas son tan patógenas como aquella de la que fueron víctimas los veteranos norteamericanos. Es innegable que las personas vulnerables pueden verse afectadas por estas agresiones bacterianas si se exponen a ellas en ciertos lugares públicos climatizados (transportes colectivos, tiendas, salas de espectáculos, supermercados, etc.), sobre todo si se quedan un rato junto a una salida de aire y éste las alcanza directamente. 

Por tanto, lo primero que hay que hacer es protegerse de estas situaciones y evitar la proximidad a las bocas de salida del aire, que muy a menudo funcionan con circuitos cerrados sin renovación del aire. 

En España existe legislación muy estricta que obliga a las empresas a garantizar el correcto estado de mantenimiento, limpieza y desinfección de las instalaciones susceptibles de originar legionelosis (como las que tienen equipos de refrigeración o sistemas de depuración de agua climatizada como los spas, piscinas, etc.). Pero dado que no hay año en que no se produzcan brotes de legionela (en restaurantes, hospitales, universidades…) no está de más que usted sepa cómo tomar medidas para protegerse. 

Así, por ejemplo, cuando haga mucho calor y entre en un supermercado ligero de ropa, no debe detenerse mucho rato ante el frío que proviene de las neveras de carnes y lácteos. Aunque resulta agradable momentáneamente, más adelante puede ser muy dañino si al efecto de enfriamiento se le añade uno contaminante. 

No olvide que nadamos constantemente en un océano de bacterias. La mayor parte son inocuas, por no hablar de las que nos son útiles. En cuanto a las patógenas, lo más habitual es que logremos mantenerlas a raya, no sólo gracias a nuestro sistema inmunitario, sino principalmente por nuestra temperatura de 37°, que impide que proliferen. 

Por este motivo, cuando sobreviene un enfriamiento brusco al cuerpo, las bacterias enseguida tienen la oportunidad de multiplicarse… y no se privan de hacerlo. Todos sabemos que hay que evitar enfriarse, pero a veces se nos olvida tomar las precauciones necesarias, sobre todo cuando hace mucho calor. 

Y es que cuando el calor aprieta es lógico ir en busca lugares frescos. Antes de que existiese el aire acondicionado, los enfriamientos eran más leves y no entrañaban un gran riesgo. Pero ya no es así, y con los aires acondicionados a toda potencia, se producen cambios de temperatura demasiado bruscos. 

Si usted padece un problema de flemas persistentes o incluso crónicas, y no se debe a un resfriado, lo primero es identificar el origen del problema. Si proviene de su entorno profesional, y en particular de un sistema de aire acondicionado, es totalmente necesario que se proteja, alejándose del aparato de salida del aire.
  
Conozco a una persona que se encontraba en esta situación y que, tras hablarlo en su empresa y cambiar de sitio, consiguió que se acabaran sus problemas de salud.

Posibilidades terapéuticas

Una vez tomadas las precauciones contra posibles contaminaciones, conviene eliminar los agentes patógenos que nos han invadido y fortalecer el sistema inmunitario. Le recomiendo los dos mejores agentes: el cloruro de magnesio y la vitamina C en altas dosis (al menos 3 gramos al día). Es preferible la vitamina C en su forma natural (acerola), pero al no encontrarse lo bastante concentrada, se debe completar con pastillas efervescentes de vitamina C sintética. El organismo elimina la vitamina C en dos horas, por lo que ese debería ser el tiempo que deje pasar entre dos tomas.  

Linus Pauling (Premio Nobel de Química de 1954) recomendó la vitamina C en dosis altas como remedio estrella contra el resfriado e incluso para prevenir el cáncer, lo que le costó las burlas del personal médico norteamericano. Todo por un sencillo motivo: nadie podía enriquecerse ni llevar una carrera prestigiosa con la vitamina C, que abunda en numerosos vegetales. 

El cloruro de magnesio se puede adquirir en farmacias, parafarmacias y herbolarios en forma de comprimidos solubles. 

Su uso se debe al profesor Delbet, eminente cirujano que durante la Primera Guerra Mundial descubrió las virtudes terapéuticas del magnesio, que siempre aconsejó en forma de cloruro. Según el profesor Delbet, la carencia de magnesio de los cultivos en agricultura intensiva (carencia que se transmite a los alimentos) es en gran medida responsable del debilitamiento de nuestro sistema inmunitario y, por tanto, de la persistencia de enfermedades infecciosas crónicas e incluso de la aparición de cáncer. 

Para combatir las flemas persistentes también resulta eficaz tomar dos o tres veces al día, y al menos una vez antes de acostarse, una tisana de salvia real, que deberá dejar reposar un tiempo y endulzar con miel. También es útil el propóleo. Ni que decir tiene que el consumo de tabaco favorece las flemas y que además destruye la vitamina C. Si usted es fumador, por su bien y por el de su familia, intente dejar el tabaco definitivamente. Es un hábito pésimo y suicida. 

Pierre Lance
Escritor, periodista y filósofo. Autor de una veintena de libros.



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jueves, 15 de agosto de 2013

Cinco razones para dejar de comer pan blanco.

El pan, «fruto de la tierra y del trabajo del hombre», es el alimento básico de nuestra civilización. Pero ha llegado el momento de dejar de consumir pan blanco. Ahora verá por qué.

Demasiado mezclado

El trigo ya no puede considerarse un alimento sano. Aunque sea ecológico o integral, el trigo moderno es demasiado híbrido. Contiene una elevada cantidad de glutamina, una proteína que tiende a irritar las paredes intestinales, y muchos menos minerales y vitaminas que hace cientos de años.

Es una verdadera lástima, porque el trigo era realmente un alimento adecuado y hoy en día se utiliza en multitud de harinas y alimentos, en especial como espesante.

Demasiado pobre en fibra, vitaminas y minerales

En el pan blanco, la mejor parte de la harina se ha retirado para dársela a los cerdos y a otros animales de granja. El trigo integral no es bueno para la salud, pero al menos contiene fibra, vitaminas y minerales. Para elaborar pan blanco, por el contrario, se retiran del trigo el germen y el salvado. 

El resultado es un producto casi sin fibra y sin apenas vitaminas ni minerales, un producto que en el fondo no es más que almidón; sencillamente calorías sin nutrientes esenciales. 

Lo mismo ocurre con los cereales para el desayuno. Cuando compre cereales no se deje impresionar por las etiquetas que indican que han sido “enriquecidos” con vitaminas. La razón por la que a veces se "enriquecen" los cereales es precisamente porque los científicos se dieron cuenta en 1945 de hasta qué punto eran pobres en nutrientes. Vamos, que la caja de cartón de los cereales contiene casi tantos micronutrientes como los propios cereales, si no más. 

Los fabricantes añadieron entonces 3 ó 4 vitaminas y un poco de hierro. Pero esto es como si alguien le robase 10.000 euros de su cuenta del banco y luego decidiese "enriquecerle" dándole un par de euros.

Demasiado salado

El pan blanco moderno está demasiado salado. Contiene de media 19 g de sal por kilo de pan. Una barra (250 gramos) contiene 4,7 g de sal, lo que supone casi la cantidad máxima diaria que recomienda ingerir la OMS (5 g/día/persona). Según datos recogidos por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), en España la principal fuente dietética de sodio en la población adulta es precisamente el pan. 

Aunque no se añada sal en su fabricación, el pan sin sal contiene sin embargo de 0,2 a 2,2 g de cloruro de sodio por kilo.

Demasiado dulce

El pan blanco no es un azúcar lento, más bien es un azúcar de combustión rápida con un índice glucémico elevado, que provoca un gran desgaste de insulina y reacciones de hipoglucemia.

El índice glucémico indica el efecto de los alimentos en la glucemia (nivel de glucosa en sangre) durante las dos horas siguientes a su ingesta.

El índice 100 de glucemia (el máximo) corresponde a la glucosa pura y... ¡al pan blanco!, que no es más que almidón, como ya ha visto, y el almidón a su vez no es más que una cadena de moléculas de glucosa.

Esto quiere decir que consumir pan blanco es peor que comer terrones de azúcar: hace que aumenten escandalosamente los niveles de azúcar en la sangre, lo que afecta al páncreas y provoca un pico de insulina, con el consiguiente riesgo de desarrollar en un futuro resistencia a la insulina, diabetes, obesidad y enfermedades cardiovasculares.

Demasiado gluten

El trigo moderno, resultado de procesos híbridos, se ha seleccionado por su riqueza en gluten. El gluten es una mezcla de proteínas. Cuanto más gluten haya en la harina, más fermenta el pan y se vuelve más elástico y esponjoso. El pan parece más apetitoso, más hinchado y, por tanto, se vende mejor.

El problema es que el sistema digestivo de muchas personas no tolera las cantidades de gluten que presenta el pan moderno. La intolerancia al gluten provoca cansancio, dolores abdominales, diarrea, reflujo gastroesofágico, problemas articulares, eccemas e incluso trastornos neurológicos.

¿A qué esperamos para rebelarnos?

El filósofo, escritor y cineasta francés Guy Debord (muy vinculado a España y a la cultura española, por cierto) fue muy gráfico al explicar su sorpresa ante la indiferencia con la que las panaderías francesas sustituyeron el auténtico pan por una imitación y ello no hubiera provocado una nueva Revolución Francesa: «Durante el periodo que precede a la Revolución de 1789, nos acordamos de la multitud de motines populares que se desencadenaron como consecuencia de moderados intentos de falsificar el pan. (...) Cuando vimos, hace ya diez años, que el pan desaparecía en Francia, casi siempre sustituido por un pseudopán (harinas no panificables, levaduras químicas y hornos eléctricos), no sólo esta situación traumática no despertó ningún movimiento de protesta y de defensa (…), sino que literalmente nadie habló de ello». (1)

Conclusión

Si no hay posibilidad de hacerse con verdadero pan, le aseguro que comer sardinas, ensaladas, huevos fritos y jamón sin pan sienta muy bien. 

Si está acostumbrado a consumirlo, incluso se sentirá sorprendentemente más ligero y con más energía después de una comida sin pan.


¡A su salud!

Juan-M. Dupuis


Fuentes 

(1) Guy Debord, “Encyclopédie des nuisances », tomo I, fascículo 5, 1985