jueves, 21 de julio de 2016

[Neo-nutrición] Cómo comer pescado sin envenenarse con su mercurio.

¿Le gusta el pescado? ¿y el marisco?... Muchas especies tienen altísimas concentraciones de mercurio. Esta semana en Neo-nutrición va a conocer un alga que lo elimina

Cómo comer pescado sin envenenarse con su mercurio

El pescado tiene propiedades nutricionales que lo convierten en esencial dentro una dieta equilibrada. Contiene proteínas de buena calidad y lípidos saludables… pero ¡ay! ¡También contiene mercurio! 

La culpa de que el pescado esté repleto de mercurio no la tienen los peces, sino el hombre. En el caso de Europa, las principales fuentes de contaminación son las emisiones de las centrales térmicas de carbón, calefacciones y cocinas y la industria del cloro, que vierten grandes cantidades de este material pesado a los mares y océanos. La minería y la eliminación de residuos también tienen parte de culpa. Algo de mercurio también llega a los mares de forma natural, a través de las emisiones que vierten los volcanes. 

El mercurio es un metal de color plateado cuya particularidad, única en los metales, es la de ser líquido a temperatura ambiente. 

También es un veneno de insólita violencia, tóxico para los sistemas nervioso e inmunitario, el aparato digestivo, la piel, los pulmones, los riñones, el corazón y los ojos. Numerosos estudios epidemiológicos han demostrado que el 85% de las enfermedades crónicas (cardiopatía coronaria, diabetes, artrosis degenerativa, hipertensión arterial, etc.) están producidas y mantenidas por intoxicaciones por metales pesados, como mercurio, plomo, cadmio, etc. 

Una vez liberado al medio, ciertas bacterias lo transforman en metilmercurio. 

El resultado es que el pececillo que todos los días absorbe una pequeña cantidad de mercurio al alimentarse de algas y de plancton acaba por concentrar mercurio en su organismo en un proporción más elevada que la que hay en el entorno (es lo que se llama bioacumulación). Los peces grandes, que a lo largo de su vida consumen miles de pececillos, se llevan la peor parte. Y es que el mercurio se va concentrando poco a poco en cada eslabón de la cadena alimentaria y, mediante el fenómeno que se conoce como bioamplificación, algunos peces que se encuentran en lo más alto de esta cadena acaban por tener un nivel de mercurio problemático: es el caso del atún, el pez espada, la lubina o el tiburón, y de peces como la raya, la platija y otros de crecimiento lento. 

Y si eso le pasa a los peces, piense ahora en el marisco. Almejas, ostras, vieiras, cigalas, bogavantes y langostas filtran constantemente el agua del mar, reteniendo en sus tejidos parte de los metales que encuentran en ella, tanto aquellos que forman parte de su composición natural como los que han llegado allí por culpa del hombre. 

Cuando nosotros, finalmente, ponemos encima de nuestra mesa un suculento plato de pescado, ese que sabemos que debemos comer con frecuencia como parte de una dieta saludable, en realidad estamos ingiriendo dosis y más dosis de mercurio, en algunos casos en una cantidad intolerable. 

Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), el mercurio es uno de los productos químicos que plantean más problemas de salud pública. Hasta tal punto es así que 140 países (desde Albania a Zimbabue, pasando por España) firmaron el año 2013 el Convenio de Minamata sobre el mercurio, comprometiéndose a aplicar una serie de medidas para ir reduciendo las emisiones de mercurio y los productos que lo contienen. Sólo 28 lo han ratificado de momento. (1) (2) 

Quizá piense que el nombre del convenio, Minamata, se tomó del lugar donde se firmó. Pues no es así. Se trata de una ciudad de Japón, pero lo que allí ocurrió fue que se produjo en 1956 un envenenamiento masivo de personas por mercurio debido a la ingestión de pescado y de marisco contaminado por los vertidos de una empresa petroquímica. Hubo decenas de fallecimientos y miles de casos de problemas neurológicos, que aún persisten a día de hoy, así como nacimientos de bebés gravemente afectados. 

El mundo está algo más concienciado con los peligros de este terrible metal. Han desaparecido los termómetros de mercurio, y apenas se utiliza ya en los empastes dentales, pero pasarán décadas (si es que ocurre) hasta que realmente nuestros mares y océanos, y en consecuencia nuestros peces, estén libres de él. 

Prueba de ello es el dato que voy a darle ahora. 

En la Unión Europea existe un sistema de alerta rápida para piensos y alimentos, llamado RASFF (por sus siglas en inglés), que envía alertas a todos los países cuando un alimento presenta un riesgo grave y está en el mercado, lo que hace necesaria una actuación urgente. Pues bien, en el año 2015 se lanzaron 138 notificaciones por metales pesados en los alimentos. De ellas, 104 se refirieron a contenido de mercurio en pescado y otros productos pesqueros y (¡prepárese a leer el dato!), el 65% tuvieron como origen pescado español. (3) 

Resulta que nuestros pescados, apreciados en todo el mundo y que deben incluirse obligatoriamente como parte de nuestra dieta, están llenos de mercurio. 

Quelación de mercurio

En caso de intoxicación, a veces es necesario aplicar protocolos de quelación de mercurio para eliminarlo del organismo. Este procedimiento consiste en consumir un agente quelante (como el ácido dimercaptosuccínico o el dimercaptopropano sulfonato), que captura el mercurio del cuerpo, que al terminar el proceso elimina tanto el quelante como el mercurio que se ha adherido a él. 

Esta operación requiere el uso de moléculas químicas capaces de ir a buscar el mercurio a las células de grasa o donde se hayan quedado atrapado. Puede ser un procedimiento peligroso, pues se van a “liberar” y volver a “poner en circulación” en el cuerpo una importante cantidad de moléculas de mercurio que el organismo había aislado y enquistado, sabia y pacientemente. 

Existe otra modalidad de quelación intravenosa utilizando EDTA (etilén-diamino-tetracético), más eficaz que la quelación por vía oral. El tratamiento quelante intravenoso varía entre 20 y 40 sesiones. 

Pero en caso de intoxicación grave por mercurio, a veces no queda otra opción. 

Por qué es mejor evitar la acumulación en lugar de recurrir a la quelación

Como siempre, es mejor dejar a un lado el catastrofismo. Aunque es posible sufrir un envenenamiento por mercurio (lo cual es muy serio), no es algo frecuente. Y precisamente que sean casos tan raros también los hace más difíciles de diagnosticar por parte de los médicos, que no suelen alarmarse hasta que la intoxicación es evidente. 

La solución por evitar los peligros del mercurio procedente del pescado en nuestro organismo tampoco pasa por dejar de comer pescado, pues sería contraproducente, dado que los beneficios son mayores que los riesgos. 

Lo que debe hacer es tener un consumo razonable (dos o tres veces a la semana), tanto de pescado azul como blanco y preferentemente peces jóvenes y de pequeño tamaño (boquerones, anchoas, sardinas…). Salvo en caso de embarazo, que no deben consumirse pescados grandes ni marisco, pues el metilmercurio que contienen puede dañar el cerebro y el sistema nervioso del feto. 

Pero sobre todo, hoy quiero hablarle de otra solución, prácticamente desconocida en nuestro país. 

Se trata del alga chlorella, un alga unicelular que, además de tener el mayor porcentaje de clorofila del planeta y contar con interesantísimas propiedades nutricionales, tiene laincreíble capacidad de poder eliminar las toxinas del cuerpo, evacuando los metales pesados del organismo de quien los toma. 

Por eso quiero hablarle hoy de ella. Y más en unas fechas en las que, en vacaciones, es más frecuente tomar pescados y mariscos al borde del mar. 

Cómo actúa exactamente la chlorella

Este alga tiene la capacidad de unirse al mercurio (y al resto de metales pesados, productos químicos y algunos pesticidas) que acumulamos en el organismo, bloqueando parcialmente su absorción y facilitando su eliminación. Es decir, que en lugar de ir acumulándolos en el organismo, los expulsamos del cuerpo. 

Haría la misma función de los quelantes que hemos visto antes, pero de forma totalmente natural y muy suave. 

Más adelante le daré consejos concretos sobre cuánta chlorella tomar, pero le voy a adelantar uno: cuando vaya a tomar pescado o marisco y tema que vaya a aumentar el nivel de mercurio de su organismo (porque vaya a tomar atún, pez espada, ostras, almejas o bogavante, por ejemplo), puede tomar chlorella antes de sentarse a la mesa o durante la comida. Una vez en el estómago, antes incluso de ser absorbidas por el intestino, las moléculas de mercurio y de otros metales pesados se unirán al alga y su cuerpo podrá eliminarlas naturalmente por la vía intestinal. 

Pero hay algo importantísimo que debe saber: es tal el poder de atracción de los metales pesados y tóxicos por parte de esta pequeña alga, que es fácil que durante el proceso de cultivo se vea contaminada. Y esto es así porque igual que la chlorella tiene la capacidad de limpiar nuestro organismo porque atrae el mercurio, también tiene la capacidad de limpiar el planeta, y por ello necesita ser cultivada con enorme cuidado. 

Así, debe cultivarse en estanques situados en zonas apartadas, lejos de las zonas urbanas, industriales o agrícolas, y el agua usada para su cultivo debe ser objeto de constantes análisis (pH, residuos…). 

Cada lote debe analizarse antes de su salida al mercado mediante el estudio de su contenido en clorofila, carotenoides, proteínas, pesticidas, metales pesados (como plomo, arsénico, mercurio…), bacterias (Staphylococcus, Salmonella...). 

Si al adquirir suplementos siempre hay que poner mucha atención al elegir el proveedor, en el caso de la chlorella esta precaución debe ser extrema. Le sorprendería saber la cantidad de marcas de chlorella que, al analizarlas en un laboratorio, se descubre que contienen elementos tóxicos en concentraciones significativas. Y estará conmigo en que sería absurdo tomar un complemento para ayudar a su cuerpo a eliminar los tóxicos, y que a la vez se los esté introduciendo en el organismo… 

Por ello debe asegurarse de que adquiere la chlorella a un proveedor de confianza, que ponga a su disposición los resultados de los análisis técnicos que garanticen la ausencia de contaminantes. 

Estas son algunas preguntas que podría plantear al laboratorio: 

  • ¿La chlorella procede de un medio natural y salvaje o de estanques artificiales (que son más fáciles de controlar)?
  • ¿Verifican si hay contaminación de metales pesados en el proceso de cultivo y producción?
  • ¿Con qué frecuencia analizan los lotes de chlorella?
  • ¿Poseen certificados de cumplimiento de las condiciones de producción de la agricultura ecológica?
Sólo debe fiarse de laboratorios que sean claros en la mención de los criterios que siguen y cuya producción esté certificada como biológica. Aunque las generalizaciones siempre son algo injustas, nosotros solemos desconfiar de la chlorella procedente de China. La razón es que este país no tiene una normativa en materia medioambiental suficientemente rígida, por lo que en ocasiones los productos procedentes de allí están contaminados de metales pesados y tóxicos. Y cuando estamos hablando de un organismo tan sensible como la chlorella, no se puede admitir que sea cultivada en estanques sin suficiente control. 

¿Cuánta chlorella hay que tomar?

Usted debe decidir primero si lo que quiere es llevar a cabo un proceso de detoxificación con el que librarse de los metales pesados y tóxicos que ha ido acumulando en su organismo a lo largo de su vida, o bien utilizar este alga de forma preventiva, para no ir añadiendo más tóxicos a su organismo. 

  • Para limpiar en profundidad. Deberá ingerir entre 4 y 12 gramos de alga al día, repartidos en 3 ó 4 tomas, durante 6 a 12 meses. Las cantidades y duración del tratamiento dependerán del punto de partida de cada individuo, es decir, de la concentración de metales pesados en su organismo en el momento de iniciar este proceso de detoxificación. Hoy día pueden analizarse los niveles de metales pesados existentes en el organismo, pero como el tratamiento con alga chlorella es natural y suave, probablemente no valga la pena, por lo que puede hacerlo si quiere deshacerse del mercurio y otros elementos que ha podido ir acumulando en su organismo. (4)
  • Como preventivo. Tomar 4 ó 5 gramos de alga cada vez que coma pescado o marisco es suficiente. Es un medio simple, práctico y económico de evitar la acumulación excesiva de metales pesados por parte del organismo.
Consejo: para potenciar el efecto de la chlorella, se puede combinar el tratamiento con cilantro (Coriandrum sativum), de acción estimulante. 

El alga chlorella se encuentra en el mercado comercializada por distintos fabricantes y en distintas dosificaciones. Ya le comenté que la chlorella es también un alga de excepcional calidad y valores nutricionales (tiene gran cantidad de proteínas y además betacaroteno, vitaminas del grupo B, vitamina C y minerales). Hasta tal punto es así que, tras la Segunda Guerra Mundial, con tanta gente pasando hambre, se llegó a pensar que su cultivo podría resolver el problema de la superpoblación y la falta de alimentos. Pero esta idea se abandonó, ya que su producción necesita demasiados cuidados y, por lo tanto, es demasiado costosa como para servir de alimento básico. 

Para la finalidad de eliminar el mercurio del organismo, tanto de forma depurativa como preventiva, a nosotros nos gusta especialmente la chlorella que comercializa el Laboratorio SuperSmart, que cultiva de forma absolutamente cuidadosa y segura en Taiwan. Los resultados de sus análisis siempre están disponibles, y en ellos se puede comprobar su alta pureza: ni un miligramo de metales pesados y ninguna contaminación bacteriana. Recomienda una toma diaria de entre 5 y 10 cápsulas (como hemos comentado antes, la dosis varía según el efecto que busca quien la consume -una toma depurativa, preventiva…-). Esta chlorella posee una concentración de 500 mg de Yaeyama (una subespecie de la Chlorella vulgaris), que ofrece un mayor aporte de factor de crecimiento de chlorella (CGF) rico en ácidos nucleicos (ADN y ARN), clorofila y péptidos. 

Esta fórmula está especialmente pensada para extraer todo el potencial desintoxicante del alga chlorella, por lo que será un gran aliado para su salud, sobre todo si toma con cierta frecuencia pescado y marisco. 

A tener en cuenta

El alga chlorella no tiene efectos segundarios conocidos en las dosis estudiadas, pero se trata de un producto para adultos; no está recomendado para niños ni para mujeres embarazadas o en periodo de lactancia. 

Contiene una pequeña cantidad de yodo (aproximadamente 600 mcg/100 g), por lo que las personas con problemas de tiroides deben consultar con su médico antes de tomarla. 

Si se anima a eliminar el mercurio y los productos químicos que ha ido acumulando, al disminuir la carga tóxica en poco tiempo notará que tiene más energía, menos fatiga mental, mejores digestiones (en esto interviene el alto contenido en clorofila de la chlorella) e incluso que duerme mejor. Además, al estimular los macrófagos y la actividad de los linfocitos T, aumenta la capacidad del sistema inmunitario para luchar contra virus y bacterias. También ayuda a equilibrar el pH del cuerpo y a controlar los niveles de azúcar en sangre y la presión arterial. 

Para adquirir ahora Chlorella del Laboratorio SuperSmart, haga clic en este enlace

¡A su salud! 

Felipe M. Miller 

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Fuentes 

  1. El mercurio y la salud. Informe de la Organización Mundial de la Salud. Enero, 2016
  2. mercuryconvention.org
  3. The Rapid Alert System for Food and Feed (RASFF). European Commission. Preliminary Annual Report 2015.
  4. Dietrich Klinghardt, MD, PhD. The Klinghardt Neurotoxin Elimination Protocol. Bellevue, Washington, USA. October 2002/2nd edition Jan 2006.

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domingo, 17 de julio de 2016

Llevas toda la vida lavándote mal los dientes: así es como se hace.

© Proporcionado por El Confidencial Hala, hala, ¿dónde vas con tanta pasta? (iStock)

La salud dental es la gran abandonada por el sector público en nuestro país, un caldo de cultivo que ha hecho florecer clínicas por todas partes, compitiendo por ofrecer el mejor precio posible. El Consejo de Dentistas, organización colegial española, explicó el pasado diciembre que aquí hay más universidades de odontología por habitante que en toda Europa, y se ha llegado a hablar de burbuja, como en el mundo inmobiliario. Triplicamos -se dice pronto- la cantidad de dentistas recomendada por la OMS, y abundan las denuncias por intrusismo, malas prácticas y fraude.
Así las cosas, la cantidad de “expertos” privados opinando y aconsejando es mucho mayor que en el resto de aspectos de la salud, y debemos aplicar un filtro de especial escepticismo a todo lo que nos digan. ¿Qué publicará Colgate, que patrocina muchos de los estudios que aparecen sobre higiene dental, en cuanto a la cantidad de pasta necesaria?
Esa es, quizá, la mayor ventaja de la sanidad pública. Dificulta que pueda lucrarse nadieadornando la realidad, alarmando o publicitando mitos sin base científica.
Lavarse los dientes varias veces todos los días es un consejo que comparten dentistas públicos y privados, de grandes franquicias internacionales y de modestas clínicas de barrio. A partir de ahí, encontrarás todo tipo de variaciones contradictorias sobre cómo hay que hacerlo. Unos dicen que hay que lavarse una cantidad de minutos concreta -esto es como si la DGT nos dijera que se tarda siempre 23 minutos en llegar al trabajo: dependerá de la velocidad, entre otros factores-, otros que hay que hacerlo antes de comer, unos que el hilo dental es importantísimo y otros que es más bien peligroso…
Aquí vamos a recopilar solo las opiniones mayoritarias y daremos prioridad a las instituciones públicas, cuyo sesgo es, creemos, menos dañino. Se trata, en el peor de los casos, de ahorrar dinero a largo plazo para todos, y ello pasa por prevenir y formar a cuanta más población mejor.

El frotar se va a acabar

Una cosa está clara: la media de nosotros entiende que lavarse bien es hacerlo muy fuerte en vez de minuciosamente. El 'refrote' puede dañar el esmalte de los dientes y gasta los cepillos, curvando y aplastando las fibras. Así lo que conseguimos es lo contrario de lo que deseábamos, porque el cepillo, cuanto más estropeado, menos restos y bacterias elimina.
Por el mismo motivo, las cerdas deben ser lo más finas posibles. No elijas cepillos duros si no te lo ha recomendado tu dentista, porque llevan a estos vicios dañinos.
Si te cuesta no apretar, por la costumbre, y no te va mal así, te recomendamos que al menos cambies el cepillo a menudo.

Toda la boca y todos los rincones

Decimos “lavarse los dientes” pero deberíamos decir “lavarse la boca”. El cepillo debe recorrer las encías, la lengua lo más hasta el fondo que podamos (siempre suave) e incluso el cielo de la boca. La norma es limpiar todo, no solo lo que se ve.
Puede parecer obvio, pero mucha gente apenas se cepilla la cara posterior de los dientes. Para que nos entendamos, la parte que no se ve en los 'selfies' por mucho que sonrías.

Direcciones permitidas

Hay consenso sobre que lo que debe prevalecer es el cepillado desde la encía hacia el diente, mejor que al revés, pero casi todo el mundo lo hace de arriba abajo indistintamente, como si tuviera una sola línea de dientes. Hay que lavarse las dos, la de arriba y la de abajo, por turnos, centrándose en una cada vez.
Con dientes o encías delicados, también es correcto masajear un poco la unión entre dientes y encías con el cepillo pero sin arrastrar apenas las cerdas, ejerciendo una ligera presión circular.

Cepillo no grande, ande o no ande

Es bueno cambiar el cepillo, pero no tanto como te dirán algunos dentistas (cada tres o cuatro meses está bien) y ante la duda mejor que la cabeza sea pequeña, para que alcance mejor los rincones.
Los cepillos eléctricos 'andan solos' pero son más caros, porque además requieren pilas o cargador. Merece la pena la inversión cuando hay más complicaciones de movilidad, por ejemplo en los niños. Es típico hacerse con un cepillo eléctrico y creer que es para toda la vida: recuerda que hay que cambiar los cabezales.
Bien usado, el cepillo manual es igual de efectivo.

¿Cuándo?

La recomendación que más se repite es que es bueno hacerlo justo después de las comidas, pero hay estudios que concluyen que es mejor un rato después, incluso una hora, para dar tiempo a que el ácido de la comida se neutralice y el esmalte se recupere. No te preocupes demasiado por respetar este rato si no has comido cosas ácidas como zumo de naranja en cantidad, dulces con azúcar, vino o patatas fritas
Otro punto de consenso casi total: el cepillado más importante del día es por la noche. Acostarte sin hacerlo da tiempo y comodidades a la placa bacteriana y, por tanto, a la caries. Pónselo un poco más difícil, son solo unos minutos.
En cuanto a la archirrepetida "limpieza bucal anual" con el dentista, no tiene suficiente justificación científica. Hay quien la necesita cada varios años, quien debe hacerla dos veces al año y quien tiene la suerte de pasar sin ellas casi toda la vida.

El agua, más importante que la pasta

Los colutorios no siempre son recomendables, depende del caso concreto. Ten en cuenta que no sustituyen nunca a un lavado de dientes, porque en este la clave es el cepillo, no tanto los productos añadidos. La pasta conviene comprarla atendiendo a tus necesidades concretas (sensibilidad, dientes amarillos, etc.). Si no tienes dentífrico, mucho mejor cepillarte y enjuagarte con agua abundante que limitarte a usar un enjuague con flúor (te da buen aliento pero deja restos).
Después de un lavado “reglamentario” con su cepillo, su dentrífico y su hilo dental, no olvides que el agua es la segunda parte del proceso y es importante. Si el agua del grifo que estás usando es potable, es un buen momento para aprovechar y beber unos tragos. Es bueno para prácticamente todo en nuestro cuerpo, y también para los dientes, porque evita que la saliva se vuelva demasiado densa.

¿Y si pico entre horas?

En la práctica casi nadie se lava los dientes cada vez que come, porque también hay que trabajar, dormir y esos caprichos de la vida. Si encuentras dos huecos al día para lavártelos con calma, estupendo.
Entre horas, el Consejo de Dentistas recomienda, mejor que nada, un chicle sin azúcardespués del picoteo, porque genera saliva y aumenta el PH.
Y recuerda que, en lo tocante a la salud dental, un café o cualquier otra bebida azucarada es un picoteo, y no de los mejores.




sábado, 16 de julio de 2016

¿Clavaría un boli en la tráquea a alguien que se ahoga para ayudarle a respirar?

San Sebastián no es una ciudad muy grande. Por eso salió en toda la prensa local el suceso que protagonizaron en un bar José María, un médico internista que acudió a tomar un pintxo tras acabar su ronda en el hospital, y Mari Luz, una mujer de 78 años que, como cada fin de semana, había acudido allí a comer con su hija. (1) 

La mujer pidió ese día solomillo y, justo tras el primer bocado, comenzó a ahogarse, al quedarse el trozo de carne atascado, obstruyendo las vías respiratorias. 

“¡Un médico, un médico!”, escuchó José María acodado en la barra del bar. Al bajar corriendo al comedor, apremiado por el camarero que dio la voz de alarma, se encontró a Mari Luz encorvada, ahogándose. Primero le practicó la maniobra de Heimlich, que consiste en presionar desde atrás y hacia arriba con fuerza el centro del abdomen de la persona que se está ahogando para que expulse el objeto con el que se ha atragantado. 

Pero no funcionó. Así que, con Mari Luz ya entrando en parada cardiorrespiratoria, el médico pasó al plan B. Pidió un objeto punzante y un tubo y, entre el espeso silencio que se hizo alrededor, practicó una incisión en el cuello de la mujer -exactamente entre la base del cartílago tiroides y el anillo de cricoides- y, abierta la vía, insufló aire a través del bolígrafo que le dieron. 

La historia tuvo un final feliz. El médico salvó literalmente la vida a la mujer, quien ya había recuperado la consciencia y el color cuando se la llevaron los servicios de emergencia. Y ambos volvieron a encontrarse cuando ella salió del hospital. 

La técnica que hizo José María se llama cricotirotomía (una traqueostomía –es decir, que no sólo se realiza un orificio en la tráquea, sino que se le añade una cánula para ventilar- en el sitio exacto donde la hizo nuestro protagonista). Sirve para mantener la función respiratoria en casos de emergencia. El personal sanitario la practica usando bisturís y cánulas. Pero, ¿quién no ha oído que, si se ve en la necesidad, cualquiera puede llevarla a cabo utilizando un simple boli? 



Incluso un hospital galés llevó a cabo un estudio para examinar los bolígrafos más comunes en el mercado para, en función de variables como sus dimensiones, resistencia y tiempo necesario para desmontarlo, decidir cuál era el más apropiado para realizar una traqueostomía de emergencia. (2) 

Su conclusión fue que, contrariamente a la creencia popular, la mayoría de los bolígrafos no sirven. Sólo encontraron dos bolis válidos: uno de la marca Baron y uno Bic. En definitiva, que para una emergencia es preferible un bolígrafo grueso y fácil de desmontar. 

Aunque, puestos a elegir, mejor una pajita de las que usan los deportistas para beber. 

Fue la conclusión de otro estudio que realizaron investigadores del hospital militar Dwight David Eisenhower Army Medical Center, de Estados Unidos. (3) 

Los investigadores quisieron analizar de forma científica qué dispositivos cotidianos resultaban más útiles en caso de verse en la necesidad de tener que realizar una cricotirotomía de emergencia. Para ello compararon el funcionamiento de los instrumentos médicos estándar que se usan en estos casos con algunos artículos que se encuentran a mano y que pueden usarse hasta que llegan los servicios médicos. Así, en sus pruebas, en las que también emplearon una navaja de bolsillo para hacer el corte, utilizaron el cañón de un bolígrafo y dos tipos de pajitas de las gruesas que vienen en las botellas de deporte. 

Y la conclusión es que las pajitas de las botellas funcionaron mucho mejor como tubos de respiración de emergencia, casi tanto como los dispositivos médicos, mientras que el bolígrafo consideran que, si se puede elegir, no es una buena alternativa. 

Claro que no siempre se puede. En caso de atragantamiento, la diferencia entre morir o sobrevivir puede ser cuestión de segundos y de actuar de la forma correcta. Por eso los investigadores dedican esfuerzos a averiguar cómo es la mejor forma de actuar hasta dar tiempo a que lleguen los servicios de emergencia, pues estas punciones de urgencia sólo proporcionan soporte ventilatorio durante un periodo muy breve de tiempo. 

Y con esa intención otros investigadores, en este caso de la Universidad de Munich, en Alemania, realizaron otro interesante estudio. (4) 

Querían saber hasta qué punto era posible que cualquiera sin experiencia pudiera llevar a cabo con éxito una cricotirotomía con un boli, tal como popularmente se asegura. Para ello los investigadores utilizaron tres tipos de bolígrafos y plumas e invitaron a diez voluntarios de diferentes perfiles sin conocimientos médicos (abogados, estudiantes…) a realizar esta maniobra en cadáveres (eran personas que habían fallecido dos días antes). Debían realizar la incisión a través de la piel y la tráquea valiéndose únicamente de los bolígrafos que les habían proporcionado. 

El resultado fue un absoluto desastre. Seis de los participantes perforaron el cuello demasiado abajo y dañaron la glándula tiroides, y sólo tres lograron hacer la perforación en el lugar correcto. De estos tres, sólo uno fue capaz de atravesar la piel, los ligamentos y la pared de la vía aérea para conseguir abrir un canal de aire, pero para ello necesitó cinco minutos, tres intentos y mucha fuerza y paciencia, además de que la operación terminó con daños en el cuello y las vías respiratorias del paciente (quien, afortunadamente, ya estaba muerto). Otro de los voluntarios ni siquiera fue capaz de atravesar la piel con el bolígrafo. 

Por ello, los autores concluyeron que enfrentarse a una cricotirotomía de emergencia armado simplemente con un bolígrafo es una tarea prácticamente imposible. Y más cuando no se cuenta con conocimientos médicos. Pero admiten que el boli sí puede utilizarse como tubo de respiración una vez abierta la vía por otro medio, y lo ideal es que tenga más de 3 mm de diámetro para que pueda pasar el aire adecuadamente. 

Por eso José María, el médico internista con el que arrancaba este texto de hoy, consiguió salvar la vida de Mari Paz: contaba con conocimientos médicos, sangre fría y experiencia, y antes de insertar la vía de respiración abrió una incisión en el lugar exacto del cuello con un estilete que le pasó un camarero junto al bolígrafo ya sin tinta. 

Qué debe hacer si alguien se está ahogando y usted debe actuar

En conclusión, y por si usted alguna vez se encuentra ante un caso de atragantamiento que exija actuar, tenga en cuenta estas pautas: 

  • Lo primero debe llamar a los servicios de urgencia, que serán quienes sepan qué hay que hacer e incluso, aunque se vea obligado a actuar antes de que lleguen, podrán hacerse cargo del paciente cuanto antes.
  • Si la persona es capaz de toser, intentar que expulse el objeto por sí sola.
  • Si es necesario actuar antes de que llegue la ambulancia pida ayuda, pues si alguien tiene conocimientos médicos o incluso simplemente ha realizado un curso de emergencias y reanimación, esta ventaja es la que marca la diferencia. De hecho, y volviendo a la cricotirotomía, investigadores del Trinity College, en Dublín (Irlanda), quisieron evaluar la capacidad de médicos jóvenes sin experiencia quirúrgica y estudiantes de medicina de segundo año para llevar a cabo maniobras de este tipo. Para ello utilizaron cadáveres embalsamados y les dieron para hacerlo una cuchilla y un bolígrafo. ¿Resultados? En el 57% de los casos fue un éxito, por lo que los investigadores consideran que, con personas de este perfil, una cricotirotomía practicada con una cuchilla y un boli es una opción factible cuando se han agotado los demás recursos sin éxito. (5)
  • Si no es posible y usted mismo debe enfrentarse a la situación, siempre hay que intentar primero la maniobra de Heimlich, un procedimiento de primeros auxilios efectivo para desbloquear un alimento en caso de asfixia por atragantamiento (precisamente la que intentó en primer lugar sin éxito el médico José María al ayudar a Mari Luz). Tener claro qué cosas no deben hacerse, como dar golpes en la espalda, pues empeoran la situación, al hacer bajar el objeto y obstruir aún más las vías respiratorias.
  • La cricotirotomía es el último recurso, sobre todo si no hay personal médico. Es un procedimiento peligroso, y sólo debe hacerse tras haber intentado todo lo demás. Recuerde que es mejor utilizar un objeto punzante para practicar la incisión y luego insertar la vía de respiración, en lugar de lanzarse a clavar el boli directamente. Y si se puede elegir, mejor usar una pajita que un bolígrafo. Y entre éstos, mejor un boli de los sencillos, sin muelles ni mecanismos complicados, pero con la suficiente resistencia y anchura para que permita la ventilación.

    La incisión debe realizarse en el lugar exacto, es decir, justo entre el cartílago tiroides y el cricoides, es decir, en el hueco que hay justo debajo de la nuez. Es mejor hacer una incisión horizontal de aproximadamente un centímetro de longitud y de un centímetro de profundidad. Por esa incisión se abre la tráquea y se coloca el bolígrafo o la pajita de forma que se mantenga abierto el orificio y entre aire… hasta que lleguen los servicios de emergencia.
¿Se ha planteado realizar algún curso de primeros auxilios y aprender a realizar maniobras como la de Heimlich, el boca o boca o el masaje cardiopulmonar? Ojalá nunca llegue a necesitar poner esos conocimientos en práctica, pero si se diera la situación, sin duda agradecerá tenerlos. 

¿Sabía que todos los años mueren en nuestro país 1.400 personas por atragantamientos producidos cuando un alimento queda atrapado en las vías respiratorias? Ayude a salvar vidas reenviando este e-mail a sus contactos, para concienciarles de la magnitud del problema y para que sepan cómo actuar en esos casos. Porque cuando alguien se atraganta comiendo, la diferencia entre vivir o morir a veces es cuestión de segundos. También puede compartirlo en cualquiera de estas redes sociales. 

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¡A su salud! 

Luis Miguel Oliveiras 


Fuentes: 

  1. “Gracias por salvarme la vida”. El Correo. 24.02.12. 
  2. “Airflow efficacy of ballpoint pen tubes: a consideration for use in bystander cricothyrotomy”. Owens D, Greenwood B, Galley A, Tomkinson A, Woolley S. PubMed. Emerg Med J. 2010 Apr;27(4):317-20. doi: 10.1136/emj.2008.069294.
  3. “Bystander cricothyroidotomy performed with an improvised airway”. Adams BD, Whitlock WL. Dwight David Eisenhower Army Medical Center, Fort Gordon, GA, USA. PubMed. 2002 Jan;167(1):76-8.
  4. “Bystander cricothyrotomy with ballpoint pen: a fresh cadaveric feasibility study”. Ulrich Kisser, Christian Braun, Astrid Huber, Klaus Stelter. Emergency Medicine Journal. 9 April 2016. Emerg Med J doi:10.1136/emermed-2015-205659
  5. “Observational cadaveric study of emergency bystander cricothyroidotomy with a ballpoint pen by untrained junior doctors and medical students”. Andrew Neill, Philip Anderson. Emergency Medicine Journal. 5 May 2012. Emerg Med J doi:10.1136/emermed-2012-201317
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