martes, 28 de julio de 2015

Una nueva moda tonta, pero mortal: el 'arte' de los tatuajes solares.

Los expertos advierten de los peligros de esta práctica que cada vez es más popular.

Traducido del inglés: viernes, 17 de julio, 2015
JUEVES, 16 de julio de 2015 (HealthDay News) -- Las quemaduras solares son dolorosas y pueden provocar cáncer, pero eso no ha impedido que se hayan convertido en un medio cada vez más popular de expresión artística.
Los expertos hablan ahora públicamente en contra del "arte de los tatuajes solares", una nueva moda en los medios sociales en la cual las personas usan plantillas o filtros solares aplicados de forma estratégica para crear un tatuaje temporal con el bronceado por sí mismas en su cuerpo.
Los participantes luego toman fotografías de sus creaciones y las publican en sitios como Twitter y Facebook.
La moda es lo suficientemente preocupante como para que la Skin Cancer Foundation haya publicado una declaración oficial sobre el arte de los tatuajes solares, advirtiendo de los riesgos para la salud asociados con la piel bronceada o quemada por el sol.
"Las quemaduras solares provocan daños en el ADN de la piel, aceleran el envejecimiento de la piel y aumentan el riesgo de cáncer de piel de por vida", afirma la declaración. "De hecho, sufrir 5 o más quemaduras en la juventud aumenta el riesgo de por vida de melanoma en un 80 por ciento. En promedio, el riesgo de una persona de sufrir melanoma se duplica si ha tenido más de 5 quemaduras solares".
La Dra. Deborah Sarnoff, vicepresidenta de la Skin Cancer Foundation, dijo que las personas tienden a subestimar los peligros para la salud de las quemaduras.
Los rayos ultravioletas en la luz solar, y también en los rayos que emiten las camas de bronceado, producen daños en el ADN dentro de las células de la piel, lo que las hace más susceptibles a volverse cancerosas, según la Sociedad Americana Contra El Cáncer (American Cancer Society).
Además, el riesgo es acumulativo, dijo Sarnoff. Cuantos más bronceados y quemaduras solares presente una persona a lo largo de su vida, más probabilidades tiene de contraer un cáncer de piel o melanoma en algún momento.
"Hay personas que pueden pensar que esto es creativo o una nueva forma artística, pero el hecho sigue siendo que las quemaduras solares son muy peligrosas, y no creo que la persona promedio de la calle comprenda esto hoy en día", dijo Sarnoff. "Los bronceados sanos en realidad no existen. La piel bronceada es piel dañada".
Se prevé que el melanoma, la forma más letal de cáncer de piel, acabe con la vida de casi 10,000 estadounidenses este año, según el Instituto Nacional del Cáncer de EE. UU. Se prevé que este año se producirán cerca de 74,000 nuevos casos de melanoma, y hay casi un millón de personas en Estados Unidos que viven con melanoma.
La moda del arte de los tatuajes solares se volverá particularmente preocupante si llega un punto en que las personas intentan superarse unas a otras, dijo el Dr. Len Lichtenfeld, jefe médico de la Sociedad Americana Contra El Cáncer.
"Cuando llegamos a un lugar donde es socialmente aceptable o se convierte en una competición, cualquier cosa así tiende a reducir la concienciación sobre el riesgo de esa conducta", señaló Lichtenfeld. "La quemadura puede desaparecer, pero el daño no se va, y sigue acumulándose a lo largo del tiempo".
Esto es particularmente cierto para las personas jóvenes, que creen que son invencibles.
"Las personas jóvenes no valoran ciertas conductas arriesgadas como lo hacen las personas adultas [de más edad]", dijo Lichtenfeld. "Tienden a no ver las consecuencias a largo plazo".
Sarnoff recomienda que las personas usen medios más seguros a la hora de usar su cuerpo como arte, como la pintura corporal o los tatuajes temporales.
El bronceado con un aerosol es otra opción. "Se podría poner algún tipo de plantilla en el cuerpo y aplicar un aerosol, y mientras no se inhale el aerosol se mantendría la seguridad", dijo.
"Si lo hace para producir un impacto en los demás o por la forma artística, hay otras maneras de adornar el cuerpo sin poner su esperanza de vida en riesgo", dijo Sarnoff. "Cualquiera que sea su motivación, quizá puedan encontrar un método alternativo que siga siendo hermoso".

Artículo por HealthDay, traducido por Hola Doctor
FUENTES: Deborah Sarnoff, M.D., senior vice president, Skin Cancer Foundation; Len Lichtenfeld, M.D., M.A.C.P., deputy chief medical officer, American Cancer Society
HealthDay

domingo, 12 de julio de 2015

Nueve razones para comer huevos sin miedo.

Un huevo contiene todos los nutrientes necesarios para convertir una simple célula en un pollito. 

Un pollito totalmente formado, vivo, con su esqueleto, sus tripas, sus ojos, su sangre y ¡hasta plumas y pico! Y todo sin ningún tipo de ayuda exterior, salvo una pizca de oxígeno que atraviesa la cáscara. 

¿A que parece imposible? 

¿Cómo consigue realizar este milagro la naturaleza tan solo con la yema y la clara de un simple huevo que podría haber acabado en una sartén y convertirse en un huevo frito? 

A mí no deja de maravillarme. Pero si le pregunta a un nutricionista, éste le dirá que no es ninguna sorpresa, porque en realidad el alimento más completo que existe es el huevo. 

Aquí van nueve argumentos que lo justifican: 

Todas las proteínas

La OMS (Organización Mundial de la Salud) y la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) consideran al huevo como el alimento perfecto en lo que a contenido en proteínas se refiere. 

En el huevo están presentes todos los aminoácidos esenciales y en proporciones ideales. Eso quiere decir que usted podría vivir perfectamente tomando huevos como única fuente de proteínas y no se estaría arriesgando a sufrir déficit. 

Unos buenos aportes de proteínas contribuyen a incrementar la masa muscular y a perder grasa corporal, disminuyen la presión arterial y refuerzan la salud de los huesos. (1) (2) (3) (4) 

Lluvia de vitaminas

Un huevo contiene vitaminas A, B2, B5, B6, B9, B12, D, E y K. 

Si hablamos de contenido en vitaminas, se trata de uno de los alimentos más completos. 

Mucha colina

La yema del huevo contiene 100 mg de colina. 

La colina es un nutriente muy poco conocido por el público en general, que sin embargo resulta de vital importancia. 

Desempeña un papel biológico fundamental como donante de grupos metilo y sirve como precursor de la S-adenosil metionina (una sustancia que se suele utilizar en los tratamientos contra la artrosis).

La gran mayoría de la población no consume la cantidad suficiente de colina. El especialista Steven Zeisel ha declarado que: “Según un reciente análisis de los datos de la encuesta NHANES 2003-2004, los aportes medios de colina en los niños (exceptuando a los más pequeños) y en hombres y mujeres (incluidas las embarazadas) se encuentran muy por debajo de los niveles adecuados”. (5) 

Comer huevos permite corregir esta carencia. 

Grasas buenas

Un huevo grande contiene 5 gramos de grasas buenas, pero lo cierto es que, al final, la calidad de estas grasas depende sobre todo de la forma en la que se cría y alimenta a las gallinas. 

Hoy en día la gente de ciudad suele pensar que una buena gallina tiene que criarse con cereales y, en concreto, maíz. Pues bien, eso es un disparate. 

Las gallinas son omnívoras y, aunque no tengan dientes, adoran la carne, las lombrices y los insectos de todo tipo que se encuentran por la tierra, si es que se las deja corretear al aire libre. También comen hierbas y hojas. 

Ese estilo de vida y esa alimentación contribuirán a la formación de grasas buenas en el huevo, los ácidos grasos omega-3, y todavía en mayor cantidad si al granjero se le ocurre proporcionar a las gallinas semillas de lino o aceite de pescado. En ese caso, el huevo será todavía más rico en omega-3. 

Los estudios demuestran que tomar huevos ricos en omega-3 es una forma muy eficaz de reducir el nivel de triglicéridos en la sangre, factor con un papel de sobra conocido en las enfermedades del corazón. (6) 

Luteína y zeaxantina para los ojos

Una de las consecuencias del envejecimiento es el deterioro de la vista. Existen varios nutrientes que ayudan a bloquear este proceso de degeneración que ataca a los ojos. De entre ellos, los más destacados son la luteína y la zeaxantina, unos poderosos antioxidantes que suelen acumularse en la retina del ojo. (7) 

Los estudios demuestran que unos aportes adecuados de dichos nutrientes pueden reducir de manera significativa el riesgo de cataratas y degeneración macular asociada a la edad. (8) 

La yema del huevo contiene grandes cantidades de luteína y zeaxantina. En un estudio controlado, el consumo de simplemente 1,3 yemas de huevo al día de media durante 4 semanas y media supuso un aumento del nivel de luteína de entre el 28 y el 50% y de la zeaxantina de entre el 114 y el 142%. (9) 

Además, los huevos son muy ricos en vitamina A, que también desempeña un papel importante en la vista. 

No aumentan el nivel de colesterol

Los huevos son víctimas de una difamación tan injusta como absurda. Se les ha acusado de provocar colesterol, y esa es la principal razón por la que se afirma que no deberían comerse más de tres o cuatro huevos a la semana. Los más atrevidos recomiendan como mucho seis huevos a la semana. 

Y yo le digo a usted: cómase todos los que quiera, hasta tres al día, salvo si tiene diabetes o sufre de hipercolesterolemia familiar genética. 

Es verdad que un huevo contiene 212 mg de colesterol, más de la mitad del aporte diario recomendado (300 mg). Sin embargo, debe saber que el colesterol alimentario influye muy poco sobre el colesterol en sangre; el 80% del colesterol en sangre está fabricado por el hígado. 

Además, la reacción ante el colesterol alimentario varía mucho de una persona a otra: 

  • en el 70% de las personas, los huevos no aumentan nada de nada el nivel de colesterol. 
  • en el 30% restante, aumentan ligeramente el nivel de HDL (lipoproteína de alta densidad). 
Si nos encontramos dentro de este 30%, puede parecernos preocupante, pero lo cierto es que no lo es: las personas con un nivel alto de HDL tienen un riesgo menor de sufrir enfermedades y accidentes cardiovasculares (ACV) y demás problemas de salud. Por algo se le conoce popularmente como “colesterol bueno”. (10) 

En las personas que sufren síndrome metabólico, caracterizado por baja sensibilidad a la insulina, alteración de la glucosa, hipertensión arterial, aumento de triglicéridos y del perímetro abdominal, tomar huevos a diario ha demostrado que mejora el perfil lipídico (grasas en sangre) y la sensibilidad a la insulina, lo que reduce las tasas de glucosa en sangre (11) 

Son baratos

Los huevos no son caros, como habrá comprobado cada vez que hace la compra. De hecho, si comparamos el precio por kilo –aunque los huevos no se vendan al peso, sino por unidades- el precio por kilo de huevos es inferior al de la mayoría de carnes y pescados. 

Proporcionan sensación de saciedad

Los huevos tienen una fuerte capacidad para saciar. Un estudio realizado sobre 30 mujeres con sobrepeso puso de manifiesto que comer huevos en el desayuno les permitía controlar mejor su apetito. 

Sin esfuerzo redujeron de forma automática su consumo de alimentos en las 36 horas siguientes en comparación con aquellas que habían comido pan. (12) 

¡Están buenísimos!

Solos están deliciosos y también acompañan muy bien a numerosos platos. Su contenido en grasas buenas hace que se impregnen con facilidad de todos los aromas que les añadimos al cocinarlos: champiñones, cebolla frita, pimiento asado, pimienta, un toque de trufa... 

Lo importante es disfrutarlos. Y, como ve, puede hacerlo sin tener que pensárselo dos veces. 

¡A su salud! 

Juan-M. Dupuis 

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Fuentes: 

  1. “Dietary protein to maximize resistance training: a review and examination of protein spread and change theories”. John D Bosse y Brian M Dixon. Journal of the International Society of Sports Nutrition 2012, 9:42 doi:10.1186/1550-2783-9-42. 
  2. “Protein intake and energy balance”. Department of Human Biology, Nutrim, and Wageningen Centre of Food Sciences, Maastricht University, P O Box 616, 6200 MD Maastricht, PubMed. 2008 Aug 7;149(1-3):67-9. doi: 10.1016/j.regpep.2007.08.026. Epub 2008 Mar 25. 
  3. “Dietary protein and blood pressure: a systematic review”. Altorf-van der Kuil W, Engberink MF, Brink EJ, van Baak MA, Bakker SJ, Navis G, van 't Veer P, Geleijnse JM. Top Institute Food and Nutrition, Wageningen, The Netherlands. 2010 Aug 11;5(8):e12102. doi: 10.1371/journal.pone.0012102.
  4. “Dietary protein and skeletal health: a review of recent human research”. Kerstetter JE, Kenny AM, Insogna KL. Department of Allied Health Sciences, University of Connecticut, Storrs, Connecticut, USA. PubMed. 2011 Feb;22(1):16-20. doi: 10.1097/MOL.0b013e3283419441.
  5. “Repeatability and measurement error in the assessment of choline and betaine dietary intake: the Atherosclerosis Risk in Communities (ARIC) study”, Bidulescu A, Chambless LE, Siega-Riz AM, Zeisel SH, Heiss G, Nutrition Journal, vol. 8, no 1,‎ 2009, p. 14 (PMID 19232103, PMCID 2654540, DOI 10.1186/1475-2891-8-14).
  6. “Effects of omega-3 fatty acids on serum markers of cardiovascular disease risk: A systematic review”. Ethan M. Balk, Alice H. Lichtenstein, Mei Chung, Bruce Kupelnick, Priscilla Chew, Joseph Lau. Elsevier (March 13, 2006). 
  7. “Identification of lutein and zeaxanthin oxidation products in human and monkey retinas” F Khachik; P S Bernstein; D L Garland. Investigative Ophthalmology & Visual Science (IOVS) August 1997, Vol.38, 1802-1811. doi:
  8. “Plasma Lutein and Zeaxanthin and Other Carotenoids as Modifiable Risk Factors for Age-Related Maculopathy and Cataract: The POLA Study”. Cécile Delcourt; Isabelle Carrière; Martine Delage; Pascale Barberger-Gateau; Wolfgang Schalch; the POLA Study Group. Investigative Ophthalmology & Visual Science (IOVS). June 2006, Vol.47, 2329-2335. doi:10.1167/iovs.05-1235
  9. “Lutein and zeaxanthin concentrations in plasma after dietary supplementation with egg yolk”. Garry J Handelman, Zachary D Nightingale, Alice H Lichtenstein, Ernst J Schaefer, and Jeffrey B Blumberg. The American Journal of Clinical Nutrition. Am J Clin Nutr August 1999 vol. 70 no. 2 247-251
  10. “High-density lipoprotein cholesterol as an independent risk factor in cardiovascular disease: assessing the data from Framingham to the Veterans Affairs High--Density Lipoprotein Intervention Trial”. (PMID:11374850) Boden WE,Division of Cardiology, Hartford Hospital, Connecticut 06102, USA, The American Journal of Cardiology [2000, 86(12A):19L-22L]. 
  11. “Whole egg consumption improves lipoprotein profiles and insulin sensitivity to a greater extent than yolk-free egg substitute in individuals with metabolic syndrome”. Blesso CN1, Andersen CJ, Barona J, Volek JS, Fernandez ML.2013 Mar;62(3):400-10. doi: 10.1016/j.metabol.2012.08.014. Epub 2012 Sep 27. PubMed
  12. “Short-term effect of eggs on satiety in overweight and obese subjects”. Vander Wal JS1, Marth JM, Khosla P, Jen KL, Dhurandhar NV. Department of Psychology, Saint Louis University, Missouri, USA. 2005 Dec;24(6):510-5. PubMed. 
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Recomendaciones y consejos ante una ola de calor.

Qué hacer ante una ola de calor: consejos y recomendaciones de salud básicas para sobrellevar mejor el calor durante los días en que dure una ola de calor.

Aunque la llegada del verano suele ser sinónimo de calor a horrores, lo cierto es que no solo hace acto de presencia en días ajenos a la época estival. De hecho, cada año se alerta de la presencia o llegada de olas de calor antes o después del verano, y no solo precisamente durante las jornadas estivales.
Se conoce como ola de calor a un periodo de tiempo, más o menos prolongado que se caracteriza por ser excesivamente cálido, aunque puede ser a su vez excesivamente húmedo (aunque esta última característica es muy raro).
En el caso de la AEMET (Agencia Estatal de Meteorología) la define como un período de al menos 3 días con temperaturas superiores a los 32,3ºC.
Por tanto, ante las elevadas temperaturas es aconsejable saber algunos consejos a tener en cuenta cuando nos encontramos en una ola de calor, y qué recomendaciones llevar a cabo.

Consejos ante una ola de calor
Optar por una alimentación fresca y ligera
Los mejores alimentos a consumir durante una ola de calor son aquellos que aportan agua a nuestro organismo, y además son refrescantes: frutas, hortalizas frescas y ensaladas. Eso sí, debemos siempre lavarlas bien antes de consumirlas.
También es imprescindible aumentar la hidratación, optando por agua mineral fresca y zumos naturales. Recuerda que las bebidas muy azucaradas (como los refrescos), no solo no calman la sed sino que además la aumentan.
Cuidado con determinadas comidas y bebidas
Durante los días de mayor calor, o en los que nos encontremos en medio de una ola de calor, no se aconseja el consumo de bebidas muy azucaradas, alcohólicas o cafeinadas.
También se recomienda evitar comidas copiosas y en exceso, evitando a su vez comidas fácilmente contaminables, como es el caso de las ensaladillas rusas o salsas como las mayonesas.
Si te encuentres en grupos más vulnerables…
Lo más recomendable es quedarte en casa durante los días de mayor calor, y no salir a la calle en los momentos más calurosos del día (de 12 a 16 horas).
Evita la exposición al sol
Si no te encuentras dentro de los denominados como “grupos más vulnerables”, la recomendación básica es evitar la exposición solar demasiado tiempo, o bien en horarios en los que los rayos solares llegan más verticalmente (esto es, entre las 12 a las 16 horas).
Si decides tomar el sol
Lo mejor es tomar el sol de forma progresiva, empezando con sesiones de 15 a 20 minutos y aumentando el tiempo pero siempre sin superar las exposiciones de 2 horas seguidas.
Se aconseja a su vez protegerse con sombrero, y si debes salir de casa, utilizar ropa holgada, ligera y cómoda.
Utiliza la protección solar adecuada
Es conveniente no solo que utilices siempre una crema fotoprotectora adecuada según tu tipo de piel, sino renovarla cada 2 horas, o bien cada vez que salgas del agua.
Cuidado con los más peques
No es recomendable que los menores de 3 años se expongan al sol en los días de mayor calor, o mientras dure la citada ola de calor.
No practiques ejercicio físico al aire libre
Se debe evitar y reducir la actividad física y el ejercicio físico al aire libre cuando el calor sea excesivo.
Imagen | bredgur

Fuente de la noticia:

miércoles, 8 de julio de 2015

10 minutos para convencerle de los riesgos de los productos lácteos.

Cada vez somos más los que no tomamos productos lácteos, si bien en nuestro entorno todos tenemos a alguien que sigue empeñado en que la leche es fundamental para los huesos. 

No es fácil convencer en diez minutos a una persona que lleva bebiendo leche de vaca pongamos que 35 años, para que lo deje de la noche a la mañana. Pero aún así lo voy a intentar: 

1. Las recomendaciones oficiales no son objetivas

Las recomendaciones oficiales hablan de un consumo de dos a cuatro productos lácteos al día. Y para fomentar el consumo de leche en la población se llevan a cabo periódicamente acciones promocionales (como la campaña “Me gusta la leche, me gustan los lácteos”). 

Con el objetivo de colaborar con el sector lácteo, el Gobierno firma lo que se denominan “acuerdos lácteos”, como el que suscribió hace apenas un año con 14 industrias lácteas y 9 empresas de distribución (todas las grandes marcas en las que está pensando), a través del cual se compromete, entre otras cosas, a incentivar el consumo de leche y productos lácteos. 

Así que, por lo que a mí respecta, está claro que las campañas oficiales sobre el consumo de lácteos no son imparciales, y prefiero tener mi propio criterio respecto a qué debo o no comer. 

2. El hombre es la única especie que en la edad adulta consume leche de otra especie

La especie humana ha sobrevivido y evolucionado durante 7 millones de años sin ningún producto lácteo, alimentándose con la leche materna únicamente durante la primera infancia. En los esqueletos de hombres prehistóricos no se ha encontrado rastro alguno de enfermedades óseas conocidas en la actualidad. 

Los productos lácteos aparecieron en nuestra historia hace tan solo 10.000 años, lo que en la escala de la evolución es muy reciente. Y hoy día el 75% de la población mundial es intolerante a los productos lácteos en la edad adulta. Casualmente el hombre es la única especie sobre la faz de la tierra que en la edad adulta consume leche de otra especie. 

3. En los países en donde se consume más leche se tienen más fracturas

En 2002, la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) reconocía una “paradoja del calcio”, y es que los países que consumen más productos lácteos en el mundo (los países escandinavos) tienen los huesos más sólidos, son los más altos… y sufren el mayor número de fracturas del cuello del fémur. Por el contrario, la población africana y parte de la asiática, que son las que menos productos lácteos consumen, presentan una salud ósea perfecta, con los niveles más bajos posibles de fracturas. 

No puede tratarse de una coincidencia. 

Nota: en este punto, nuestro interlocutor podría rebatirnos que estos resultados se explican por la falta de vitamina D en los países escandinavos debido a su vez a la falta de sol. Cierto es que la vitamina D resulta fundamental para la fijación del calcio en nuestros huesos. Los escandinavos tienen realmente menos vitamina D que otros habitantes del planeta que viven en regiones con más sol. Sin embargo, los australianos, que disfrutan de muchísimo sol durante todo el año –y que también están a la cabeza en consumo de leche- tienen los mismos niveles de fracturas que nuestros amigos escandinavos. 

Conclusión: el sol no explica nada; el consumo de lácteos, sí. 

4. Ningún estudio ha demostrado que la leche proteja de las fracturas

Hoy en día no existe ninguna prueba de que el consumo de productos lácteos nos proteja durante toda la vida del riesgo de sufrir fracturas. Veinticinco millones de bebés norteamericanos criados rigurosamente sin leche de vaca (pero sí con alternativas de soja) experimentaron un crecimiento normal y ningún problema de malnutrición. 

Y como guinda del pastel, se estudió el consumo de productos lácteos y la frecuencia de fracturas del cuello del fémur entre 150.000 mujeres en la menopausia. Aquellas que habían consumido más productos lácteos a lo largo de su vida (sobre todo durante la infancia y adolescencia) no tuvieron menos fracturas que las mujeres que habían tomado menos lácteos. 

5. Los productos lácteos modernos son los menos recomendables

Los productos lácteos actuales quedan lejos de parecerse (¡salvo por el color!) a los que bebían nuestros padres o abuelos. 

Hoy en día la leche de vaca contiene una sopa de hormonas sexuales (estrógeno y progesterona) que favorece el cáncer de útero y de mama. La leche de vaca es una máquina de estimular la producción de factor de crecimiento 1 para hacer que el ternero crezca, lo que hace que al año de nacer llegue a pesar más de 300 kilos. Este factor de crecimiento acelera la proliferación (o multiplicación) de las células. 

En el mejor de los casos engordaremos, y en el peor, debe saber que el IGF-1 desarrolla todas las células del organismo, tanto las precancerosas como las cancerosas. Así es como algunos estudios han vinculado el consumo de lácteos con la aparición del cáncer de próstata en los hombres o de ovarios en las mujeres. 

Por último, todos los pesticidas y fertilizantes químicos utilizados en los forrajes con los que se alimenta al ganado van a parar a la leche que bebemos. 

6. La leche puede provocar diabetes

La leche de vaca contiene insulina bovina muy similar a la del hombre, pero sólo lo justo para que nuestro sistema inmunitario no sepa reconocerla y la ataque con anticuerpos. Estos mismos anticuerpos no diferenciarán después entre la insulina bovina y la nuestra. 

¿Resultado? La aparición de una diabetes autoinmune que destruye las células beta del páncreas hasta hacerlas desaparecer, cuya consecuencia inmediata es la aparición de una diabetes del adulto, dependiente de insulina y cuyo tratamiento pasa, inevitablemente, por la inyección periódica (varias veces al día) de esta hormona. 

7. La leche contribuye a acidificar el organismo, lo que debilita los huesos

Está comprobado que un exceso en el consumo de proteínas animales y sal común acidifican nuestro organismo, que trata de compensar el exceso de ácidos mediante “tampones” bicarbonatados. Este fenómeno de compensación ácida ocurre por todo el cuerpo. 

¿Qué mecanismos utiliza el organismo para compensar la acidosis? ¡El citrato cálcico que se obtiene a partir de nuestro esqueleto! Sí, demasiada sal y un exceso en el consumo de carne degradan la estructura ósea, debilitándola. El colmo de la ironía: los productos lácteos disminuyen de forma dramática las concentraciones de vitamina D que es, precisamente, la molécula que nos ayuda a fijar el calcio al hueso. 

8. Y para terminar…

La leche de vaca no es ningún veneno mortal que le envía a uno directo al cementerio. Seguramente siga gozando de buena salud, aunque tome lácteos. Sin embargo, tomarlos en exceso no es bueno para la salud. 

Por lo tanto, y como conclusión, tan sólo es necesario reducir su consumo y (en mi opinión) abandonar por completo la leche de vaca de cría industrial. 

Pues ya está: todo dicho en diez minutos. 

¡A su salud! 

Juan-M Dupuis y Jérémy Anso 

Nota: este artículo es una adaptación del excelente artículo de Jérémy Anso en su blog Dur à Avaler, que puede encontrar aquí

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