domingo, 21 de junio de 2015

Cáncer: el remedio olvidado que han vuelto a investigar‏.

Cáncer: el remedio olvidado que han vuelto a investigar

Estamos en Nueva York en el año 1890. Es de noche. El doctor William Coley da vueltas en la cama. El día anterior, este joven cirujano de 28 años ha visto morir por primera vez a una de sus pacientes. Elizabeth Dashiell, la paciente, ha muerto de cáncer de huesos, y al doctor Coley le invade un sentimiento de culpa e impotencia.

Sale de casa a primera hora de la mañana pero, en lugar de dirigirse como es habitual al New York Cancer Hospital, en donde trabaja, decide ir a la gran Universidad de Yale, que se encuentra a dos horas en tren al norte de la ciudad, en el vecino estado de Connecticut. 

En aquella época Yale ya era mundialmente conocida por su Facultad de Medicina. Su biblioteca universitaria cuenta con un archivo que cubre todas las enfermedades conocidas hasta la fecha y que describe con todo lujo de detalles los casos de millones de enfermos.

El doctor Coley buscará en este prodigioso depósito “sarcomas” parecidos al que ha matado a su paciente. El sarcoma es un tipo de cáncer. El doctor Coley espera encontrar algún caso en el que pacientes afectados por el mismo tipo de cáncer se hubieran curado, ya que está convencido de que en algún lugar debe existir un tratamiento que hubiera podido salvar a su paciente.

Durante más de dos semanas sus pesquisas no dan ningún resultado. Estudia a fondo kilos y kilos de polvorientos expedientes, pero todos terminan siempre igual, con la muerte del paciente. 

Comienza a desesperarse hasta que una tarde, a punto de abandonar, realiza un sorprendente descubrimiento. 

Curación misteriosa

Sin saberlo, el doctor Coley ha dado con un caso que va a revolucionar los tratamientos contra el cáncer. Y es que ha descubierto el informe médico completo de un hombre al que misteriosamente le desapareció el sarcoma después de haber contraído una enfermedad infecciosa, a día de hoy ya prácticamente desaparecida, denominada erisipela. Se trata de una infección de la piel producida por la bacteria estreptococo. Se manifiesta mediante la aparición de pequeñas manchas rojas en la cara, aunque afectan con mayor frecuencia a las piernas, y va acompañada de fiebre. Sin embargo, no se trata de ninguna enfermedad grave.

Inmediatamente después de haber contraído la erisipela, el sarcoma de este paciente desapareció de forma fulminante. El doctor Coley buscó más casos similares y encontró varios en los archivos, de los cuales alguno de ellos se remontaba a cientos de años atrás: el cáncer (sarcoma) había desaparecido tras una simple infección de la piel. 

Descubrió que otros pioneros de la medicina como Robert Koch (descubridor del famoso bacilo, responsable de la tuberculosis), Louis Pasteur y el médico alemán Emil von Behring, que fue galardonado con el primer Premio Nobel de Medicina en 1901, también habían observado casos de erisipela que coincidían con la remisión espontánea del cáncer.

Convencido de que no podía tratarse de una mera casualidad, el doctor Coley decidió inocular el estreptococo (bacteria) responsable de la erisipela a uno de sus pacientes con cáncer de garganta. 

El experimento se llevó a cabo el 3 de mayo de 1891 con un hombre llamado Zola. De manera inmediata, el cáncer del señor Zola remitió y su estado de salud mejoró considerablemente. Se recuperó y vivió ocho años y medio más.

El doctor Coley creó entonces una mezcla de bacterias muertas, y por tanto menos peligrosas, llamadas toxinas de Coley. Esta mezcla se administraba mediante una inyección hasta que provocaba fiebre. Se observó que el remedio resultaba eficaz incluso en los casos de metástasis (es decir, cuando se ha producido la extensión del tumor desde el órgano primario a otros distantes de él).

Un joven de 16 años se salva del cáncer

El primer paciente tratado con las toxinas de Coley fue el joven John Ficken, un chaval de 16 años con un tumor abdominal masivo. El 24 de enero de 1893 recibió la primera inyección, que se repitió después cada dos o tres días directamente en el tumor. Cada vez que le ponían una inyección, le subía la fiebre… y el tumor disminuía. En mayo de 1893, es decir, cuatro meses más tarde, el tumor sólo medía una quinta parte de su tamaño original. En el mes de agosto ya era prácticamente imperceptible. John Ficken se curó definitivamente del cáncer (murió 26 años más tarde a consecuencia de un infarto).

Cómo se cortó de raíz este descubrimiento

Pero las toxinas de Coley se dieron de bruces con un terrible “contrincante”: el desarrollo de las máquinas de rayos X (radioterapia), que se podían fabricar a nivel industrial con mayor facilidad.

Hasta el propio Coley se hizo con dos máquinas de radioterapia, pero rápidamente llegó a la conclusión de que eran menos eficaces. Siguió utilizando con éxito las toxinas de Coley durante cuarenta años hasta su muerte el 16 de abril de 1936. 

El portentoso negocio de la quimioterapia se encargó entonces de garantizar que este remedio, mucho más sencillo, menos peligroso y sobre todo mucho más barato, se quedara en el fondo del cajón de la medicina. 

1999: las toxinas de Coley salen del cajón

Por suerte, la historia no se detiene ahí. En 1999, unos investigadores retomaron los archivos que dejó el doctor Coley y compararon sus resultados con los de los tratamientos más modernos contra el cáncer. Y se dieron cuenta de que… ¡los antiguos eran mejores!

“Lo que Coley hacía por los enfermos de sarcoma en su época era mucho más eficaz que lo que nosotros hacemos por estos enfermos en la actualidad”, declaró en su momento Charlie Starnes, investigador de Amgen, una compañía farmacéutica especializada en biotecnología y focalizada, entre otras cosas, en oncología. 

La mitad de los pacientes de Coley afectados por un sarcoma vivían diez o más años después de comenzar el tratamiento, frente al 38% de los pacientes tratados con las terapias modernas. En el caso de los enfermos de cáncer de riñón o cáncer de ovarios, sus resultados eran también superiores.

Una gran esperanza para los pacientes con cáncer

Hoy en día, la empresa norteamericana MBVax ha retomado las investigaciones sobre las toxinas de Coley. A pesar de que todavía no ha llevado a cabo los estudios a gran escala que son necesarios para que se puedan comercializar, entre 2007 y 2012, 70 personas se beneficiaron de esta terapia.

Sus efectos fueron tan positivos que la gran revista científica Nature se hizo eco de ello en diciembre de 2013. La información también fue publicada por la revista francesa Le Point el 8 de enero de 2014.

Las personas que han podido beneficiarse de esta terapia no homologada eran enfermos de cáncer en fase terminal, con melanomas, linfomas y tumores malignos de mama, próstata y ovarios. Y es que en los hospitales es habitual permitir que las personas que se encuentran en una situación límite recurran a terapias innovadoras que no se ofrecen a los demás pacientes.

Pese a la extrema gravedad de estas formas de cáncer, las toxinas de Coley provocaron una disminución de los tumores en el 70% de los casos e incluso una remisión completa en el 20% de los casos, según MBVax.

El problema al que se enfrenta la compañía a día de hoy es que, para realizar las pruebas a gran escala exigidas por la normativa actual y construir una unidad de producción de acuerdo con las normas europeas o norteamericanas, la financiación necesaria es de cientos de millones de dólares.

Lo que en 1890 era posible en la consulta de un joven médico de Nueva York apasionado de su trabajo se ha convertido ahora en algo prácticamente imposible en nuestro mundo actual hipertecnológico e hiperasfixiado por normativas. 

Esperemos que algún investigador sepa encontrar argumentos destinados a convencer a los expertos de los comités que rigen el futuro de nuestro sistema sanitario de que se necesita un poco de audacia y otro tanto de libertad para permitir el progreso y salvar vidas. Pero eso dudo que lo entiendan tan fácilmente los burócratas que nos gobiernan. 

¡A su salud!

Juan-M Dupuis 

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miércoles, 17 de junio de 2015

15 plantas medicinales que arruinarían las farmacéuticas.

Botiquín natural

15 plantas medicinales que arruinarían las farmacéuticas

Las plantas medicinales son eficaces y no están sometidas a patentes.
Por 
El Correo del Sol.





La venta de medicamentos es un gran negocio. Las empresas farmacéuticas invierten cada año miles de millones de euros en publicidad, financiación de revistas científicas, congresos, regalos y conferencias bien pagadas para conseguir que los médicos receten sus productos. El resultado es que se consumen muchos más medicamentos de los necesarios. Hasta un 95% es prescindible, según explica el director del Centro Nórdico Cochrane, Peter C. Gøtzsche, en Medicamentos que matan y crimen organizado. Este exceso lo paga el Estado y los consumidores, que creen hacer lo mejor por su salud. Además, los medicamentos tienen efectos secundarios que causan nuevos problemas, a menudo graves (los medicamentos son la tercera causa de muerte, por detrás de las enfermedades cardiovasculares y el cáncer). 
Los trastornos de salud más comunes pueden tratarse con terapias seguras, como las plantas medicinales. Las más usadas y efectivas son las siguientes:  
1 Menta 
Los analgésicos son los medicamentos más vendidos. La aspirina y sus parientes provocan una larga lista de efectos secundarios, destacando el riesgo de hemorragia digestiva. La menta (Mentha piperita) se emplea para combatir las jaquecas. Se recomienda utilizar una parte de aceite esencial diluida en nueve de alcohol y realizar un masaje circular en las sienes con unas gotas. Se puede aplicar sobre cualquier zona dolorida del cuerpo. 
• Otros remedios: la matricaria (Chrysanthemun parthenium) se toma preventivamente para evitar las migrañas o reducir su intensidad, y también la acupuntura se ha demostrado eficaz en el tratamiento de los dolores de cabeza. Los ácidos grasos omega 3, en forma de perlas de aceite de pescado o de aceite de lino, tienen un potente efecto antiinflamatorio, eficaz en la artritis reumatoide, para la que también es eficaz la tintura de harpagofito (Harpagophytum procumbens).    
2 Regaliz
Los antiácidos, cuyas ventas no dejan de crecer año tras año, tienen efectos secundarios. Los suaves pueden producir diarrea, estreñimiento y náuseas, y los potentes, debilitan los huesos hasta el punto de incrementar el riesgo de fractura de cadera. La regaliz (Glycyrrhiza glabra) tiene efectos antiinflamatorios y favorece la digestión. Por ello, suele prescribirse en casos de gastritis e irritaciones estomacales. Se toma la raíz en decocción a razón de cuatro tazas diarias para las dolencias agudas y una taza como preventivo. No hay que tomar dosis superiores ni durante tiempo prolongado porque puede provocar retención de líquidos e hipertensión.  
• Otros remedios: comer cantidades menores, evitar las comidas grasas y masticar bien son medidas que reducen la acidez. Otras plantas que ayudan a controlar los ácidos son la angélica (Angelica archangelica), la manzanilla (Matricaria chamomilla) y la pulpa de aloe (Aloe vera). Entre los alimentos, la col tiene un efecto antiácido. 
3 Sol de oro
Los antihistamínicos son la solución médica más frecuente contra la alergia. Conviene ser prudente con ellos porque afectan al sistema nervioso y retrasan el tratamiento eficaz. El sol de oro (Helycrysum italicum) es la planta con más propiedades antihistamínicas, es muy suave y casi carece de efectos secundarios. Para tratar el asma o la rinitis se toma la tintura (50 gotas hasta tres veces diarias), el extracto fluido (30 gotas, una a tres veces) o la infusión (tres o cuatro tazas al día). Sobre eccemas se aplican cremas (dos o tres veces al día) o infusiones con compresas. 
• Otros remedios: la vitamina C y los flavonoides picnogenol y quercetina inhiben la acción de las células liberadoras de histamina. Otros remedios preventivos son la matricaria y la escutelaria (Scutellaria baicalensis).  
4 Semillas de zaragatona
Los laxantes son una de las aficiones nacionales. Sin embargo, si se consumen habitualmente las propuestas de farmacia, se corre el riesgo de cronificar el problema en lugar de resolverlo. Las semillas de zaragatona (Plantago afra) son ricas en mucílagos, lo que explica su acción como laxante eficaz y suave. El consumo regular normaliza el ritmo y se pueden combinar con un 40% de semillas de lino. Se deja macerar en medio vaso de agua una cucharada sopera de semillas trituradas durante media hora y se toma en ayunas y antes de acostarse si es necesario. Es importante acompañar la toma con abundante líquido. 
• Otros remedios: ante el estreñimiento, hay que ver si la dieta es pobre en fibra. En la mayoría de los casos, puede solucionarse aumentando las raciones de frutas, verduras y agua. Si todo falla, se puede recurrir ocasionalmente a la pulpa de aloe.  
5  Hipérico
Los antidepresivos son medicamentos muy potentes, lo que no ha impedido que su consumo se haya  triplicado en los últimos diez años. Para la depresión leve o moderada, se toman 300 miligramos de extracto estandarizado de hierba de  San Juan o hipérico (Hypericum perforatum) tres veces al día, aunque se pueden usar cantidades mayores –hasta 1.800 mg al día– bajo supervisión médica. Los resultados empiezan a notarse a partir de las dos semanas. En algunas personas puede causar molestias gastrointestinales, sequedad de boca, nerviosismo y urticaria y, por otra parte, las personas de piel u ojos claros han de evitar el sol mientras lo tomen. No debe combinarse el hipérico con medicamentos antidepresivos ni anticonceptivos. No está indicado en caso de trastorno bipolar (maniacodepresivo) o de hipomanía. 
• Otros remedios: la depresión leve se puede abordar incluyendo alimentos que proporcionen vitamina B1 (yema de huevo, cereales integrales y soja), que mejora y estabiliza el ánimo, y selenio (pan integral, nueces de Brasil o lácteos). El ejercicio físico, las técnicas de relajación y la terapia psicológica son otras herramientas útiles.  
6 Espino albar
Los antihipertensivos pueden causar mareos, alteraciones del sueño, dolores de cabeza, depresión e impotencia. Las personas que los toman pueden crear que estos síntomas son debidos a su tensión arterial alto, cuando en realidad pueden deberse al medicamento. El espino albar (Crataegus monogyna) es rico en flavonoides y taninos y modera la tensión arterial alta. Para obtener resultados, es necesario un tratamiento constante a razón de dos tazas de infusión diarias. Los síntomas cardiacos comienzan a mejorar notablemente a partir del mes y medio de toma. También se puede consumir en cápsulas de extracto seco, hasta una dosis total de 900 mg diarios, divididos en dos o tres tomas. Es necesario suspender la administración si aparecen arritmias cardiacas, somnolencia, molestias estomacales o sudoración anormal. 
• Otros remedios: la dieta debe ser baja en grasas, sobre todo saturadas, y en sal. Son buenos los alimentos ricos en calcio (repollo, avellanas, almendras o sardinillas), magnesio (cereales integrales, frutos secos y verduras) y potasio (frutas, verduras y patatas). Además, es aconsejable hacer regularmente ejercicio físico, practicar técnicas de relajación y mantener el peso.    
7 Valeriana
Los somníferos de farmacia pueden causar adicción y producen un sueño artificial de mala calidad. El insomnio se relaciona con fatiga, irritabilidad y rendimiento bajo, así como con disminución gene ral de las defensas. La valeriana (Valeriana officinalis) es el remedio natural contra el insomnio más eficaz y no causa adicción ni despertar confuso. Es necesario tomar la valeriana entre una hora y media y dos horas antes de acostarse. Se puede tomar en forma de infusión o de pastillas a razón de dos pastillas de 300 mg del extracto seco.
• Otros remedios: es muy importante establecer buenos hábitos de sueño, con una cena ligera y digestiva y una reducción progresiva de la actividad. Además, la consulta psicológica puede estar indicada en ocasiones.
8 Ginseng
El estrés es uno de los trastornos típicos de la sociedad saturada de trabajo, responsabilidades e información, y lo peor es que para el 6% de la  se convierte en un problema. Al año se consumen unos 57.000.000 de envases de benzodiazepinas, que son causa de adicción y de graves trastornos hepáticos y nerviosos. El ginseng (Panax ginseng) es una planta adoptógena que ayuda a mantener la sensación de control en situaciones de estrés y favorece el funcionamiento del sistema inmunitario. Se utiliza la raíz, cuyos componentes incrementan la actividad cerebral, pero no la excitación nerviosa. Por otro lado, mejora el rendimiento y la resistencia física. Se recomienda tomar de uno a tres comprimidos de 500 mg por la mañana, después de desayunar y durante cuatro o seis semanas, tras las cuales se debe descansar dos meses.
• Otros remedios: aprender técnicas psicológicas de control del estrés –especialmente el biofeedback– y de relajación es indispensable. También lo es re conocer la causa del estrés con ayuda del autoaná lisis o la psicoterapia.
9 Címifuga
Desde que en el año 2003 comenzó a reducirse el número de mujeres que recibían terapia hormonal sustitutoria, se ha producido un descenso en la detección de casos de cáncer de mama en Estados Unidos. La cimífuga (Cimicifuga racemosa) combate los sofocos, la sudoración, las palpitaciones, la depresión y otras alteraciones asociadas a la menopausia. Aumenta la eficacia de los estrógenos producidos por el propio cuerpo y, además, carece de efectos secundarios. Se recomiendan de tres a seis cápsulas al día, o dos o tres cucharaditas si se trata de extracto fluido.
• Otros remedios: la soja tiene un efecto regula dor sobre los estrógenos. Otras plantas tradicional mente utilizadas en el climaterio son el sauzgatillo (Vitex agnus-castus), el aceite de onagra (Oenothera biennis) y la salvia (Salvia officinalis). Las técnicas de relajación y la psicoterapia están indicadas en mujeres que viven negativamente su madurez.
10 Ajo
Los niveles altos de colesterol en sangre se relacionan con riesgo de sufrir infartos y enfermedades cardiovasculares, primera causa de muerte en España. Los médicos prescriben estatinas para bajar el colesterol, pero también tienen efectos secundarios, como dolores musculares, cansancio, insomnio y alteraciones de la memoria. El ajo (Allium sativum) no provoca una bajada comparable a los medicamentos de síntesis, pero reduce eficazmen te el colesterol, favorece el control de la tensión arterial, es anticoagulante y tiene propiedades an tioxidantes. La dosis diaria recomendada es de 6-10 mg de aliina –su principio activo más relevante–, cantidad que equivale al contenido de un diente de ajo crudo o un gramo de polvo de ajo desecado.
• Otros remedios: las plantas medicinales más útiles son la ispágula (Plantago ovata) y la hoja de olivo (Olea europaea). Son imprescindibles las medidas dietéticas: reducir la ingesta de grasas saturadas y trans –presentes en productos lácteos, carnes, bollería, platos preparados y margarinas–, aumentar el consumo de aceite de oliva virgen extra –una cucharada o dos diarias en las ensaladas–, sobre todo crudo, e incrementar las raciones de cereales integrales, verduras y frutas. Igualmente obligatorio es hacer ejercicio físico. Una caminata larga a paso ligero es uno de los remedios más efectivos para luchar contra el colesterol. 
11 Ortiga
La infusión de ortiga (Urtica dioica) sirve para estimular la circulación y mejorar la artritis, la alergia y el eccema. Se toman diez mililitros de licuado de la planta entera fresca tres veces por día. Pa ra las articulaciones afectadas por la artritis, así como para la neuralgia, la tendinitis y la ciática es recomenda ble aplicar compresas de tintura.
12 DIente de león
Las hojas frescas de diente de león (Taraxacum officinale) se pueden añadir a las ensaladas durante el invierno como laxante. Licuadas, se administran en dosis de hasta 20 mililitros, tresve ces al día, como diurético. La tintura de raíz se receta para los trastornos relacionados con el hígado y para recuperarse de una gran ingestión de alcohol o grasa animal.
13 Lavanda
La infusión de partes aéreas de Lavandula spp. se usa en caso de agotamiento, dolor de cabeza, cólico e indigestión. Se deben masajear los músculos doloridos con un mililitro de aceite de lavanda diluido en 25 mililitros de aceite base. Para aliviar el dolor de cabeza nervioso se extienden en sienes y base del cuello diez gotas en 25 mililitros de aceite. 
14 Ginkgo biloba
En forma de pastilla se utiliza como refuerzo de la circulación en los capilares cerebrales, lo que mantiene y mejora la memoria. Se prepara en forma de infusión con 50 gramos de hojas secas en 500 mililitros de agua y se beben unas tres tazas por día contra la arterosclerosis y las varices. También se puede usar como baño para las úlceras varicosas y las hemorroides. Hay que tener en cuenta que su exceso puede provocar problemas en la piel y dolor de cabeza.
15 Saúco
La infusión de las flores o la tintura de Sambucus nigra se emplean para el catarro de las vías respiratorias superiores, los enfríamientos y la rinitis alérgica. Es antiinflamatorio y expectorante. También se hacen gárgaras o enjuagues con la infusión para tratar las úlceras bucales, la irritación de garganta y la amigdalitis. No debe administrarse en caso de que el paciente pueda empeorar si pierde más líquidos, ni durante el embarazo.

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INFOMALTRATO MUJER 016





A continuación vamos a revisar una serie de cuestiones básicas, como qué entendemos por maltrato, qué tipos de maltrato hay, por qué hay tantos términos para hablar de la violencia que sufren las mujeres a manos de sus parejas, cómo es esa violencia y qué es la violencia de género.

1. ¿Qué es el maltrato?

La palabra “maltratar” es muy conocida y en ocasiones se usa de manera inadecuada para hacer referencia a cualquier comportamiento que consideramos ofensivo, sea con o sin intención. Sin embargo, la palabra “maltratar” tiene un significado muy específico y que es muy importante conocer para no minusvalorar los efectos del maltrato.
El maltrato es una agresión intencional e indebida que acarrea un daño. Una agresión se convierte en maltrato en el momento en que aparece en una relación en la que los participantes se deben cuidado y protección. Entonces decimos que ha habido un trato indebido. Y es intencional, porque no es algo que ocurra de manera accidental.

2. ¿Cómo es el maltrato?

El maltrato puede ser físico, emocional y sexual.
Se suele entender por maltrato físico los ataques o agresiones intencionales, con uso de la fuerza, que pueden causar daños, enfermedades o la muerte. Se incluirían aquí acciones tales como golpear con puños u objetos, dar palizas, emplear un arma, morder, abofetear, empujar, arrojar objetos, estrangular, zarandear, etc.
El maltrato emocional es el más frecuente y es tan dañino para la salud y el bienestar de los seres humanos como el maltrato físico. Este tipo de agresión puede expresarse de formas muy variadas, a menudo sutiles y su objetivo común es el de atacar el bienestar y el sentido de una misma. Consiste básicamente en ataques o agresiones intencionales contra la seguridad, la libertad de acción, la libertad de pensamiento, la intimidad, el prestigio y los bienes y posesiones de la otra persona. Estas agresiones consisten en amenazas persistentes, prohibir hablar con familiares o amistades, poner difícil ir a lugares concretos, lavar el cerebro, no dejar tomar decisiones, acosar, abandonar, criticar, insultar, ridiculizar delante de otras personas, quitar o no dar dinero, etc. El maltrato emocional incluye también el daño a objetos queridos y el empleo de la violencia contra los hijos y otros familiares, los amigos y los animales de compañía.
El maltrato o abuso sexual consiste en un evento que ocurre sin el consentimiento de la víctima e incluye tanto la agresión sexual que es completada como el intento. La falta de consentimiento y deseo de mantener las relaciones sexuales es central en este tipo de maltrato, sobre el que todavía pesan muchos tabúes. Así, el agresor recurre a variadas estrategias que van desde el uso o la amenaza de la fuerza, la amenaza de represalias posteriores contra una misma o contra otras personas, hasta estrategias más sutiles como la culpabilización por no querer mantener relaciones sexuales, la insistencia continua a pesar de haber dicho que no, el acogimiento a un supuesto derecho conyugal, etc. Las agresiones sexuales consisten básicamente en penetrar la vagina o el ano por el pene, la lengua, los dedos o un objeto, o la boca con el pene en contra del deseo de la persona agredida. Incluye también realizar tocamientos o hacer que la otra persona haga esos tocamientos a sí misma, el agresor o terceras personas; obligar a mantener relaciones sexuales con otras personas, evitar la toma de precauciones para evitar contraer enfermedades o evitar embarazos, etc.

3. ¿Quién puede maltratar?

El maltrato lo pueden ejercer los varones y las mujeres. Puede ejercerlo un marido contra su esposa, una hermana contra un hermano, un novio contra su novia, una abuela contra su nieta, un jefe contra su empleado, un amigo contra otro amigo, un vecino contra una vecina, etc.

4. ¿Por qué se habla de maltrato infantil, maltrato familiar, maltrato doméstico?

Cuando los profesionales analizamos el maltrato y vemos muchos puntos en común ponemos otras etiquetas para referirnos a ese maltrato. Así, estudiamos el maltrato familiar (agresiones intencionales e indebidas que cometen unos miembros de la familia contra otros), maltrato por la pareja (agresiones intencionales e indebidas que cometen unos miembros de la pareja contra otros), maltrato contra la infancia o maltrato infantil (agresiones intencionales e indebidas que cometen unas personas contra otras que son menores de edad), maltrato laboral (agresiones intencionales e indebidas que cometen unas personas contra otras con las que se mantiene una relación laboral), etc. Estas etiquetas ayudan a los profesionales en su trabajo para estudiar puntos en común y diferencias, intercambiar datos con otros profesionales, buscar soluciones, etc.

5. ¿Por qué se habla ahora tanto del maltrato en la pareja? ¿Es que antes no había? ¿Qué ocurre con los otros tipos de maltrato?

El maltrato que se produce dentro de las relaciones de pareja (en matrimonios, parejas de hecho, noviazgos, etc.) ha sido destacado como un grave problema social muy recientemente, sin embargo ha estado presente desde tiempos muy remotos.
El hecho de destacar tanto este tipo de agresiones que se producen en el ámbito de la pareja, no resta interés a otros tipos de maltratos. Si se está en contra de la violencia doméstica, se está en contra de la violencia que ocurre en el ámbito laboral, escolar, etc.

6. ¿Es mejor hablar de maltrato doméstico o de maltrato familiar en el caso del maltrato que ocurre en las relaciones de pareja? ¿Por qué se usan tantos términos para hablar de lo mismo?

Para hablar del maltrato que se produce dentro de las relaciones de pareja solemos utilizar los términos de violencia familiar, violencia doméstica, violencia doméstica, violencia de género, violencia machista, etc.
Algunos profesionales prefieren hablar de “violencia familiar” dado que es un tipo de maltrato que ocurre en el ámbito familiar. Pero este término también se refiere al maltrato que ejercen los progenitores contra sus hijas e hijos, al que sufre un miembro de la pareja a manos de la familia de origen de su pareja, el que ejerce un abuelo contra su nieta o a la inversa. Por esta posibilidad de confusión muchos profesionales no lo prefieren para hablar del maltrato en la pareja
Otros, lo etiquetan preferentemente bajo el epígrafe de “violencia doméstica” que hace alusión al contexto donde se producen las agresiones. Este contexto es el propio hogar, un lugar que se define como seguro. Así, violencia doméstica hace referencia a las agresiones que se producen en contextos considerados seguros, como son los lugares o las relaciones en las que esperamos encontrarnos a salvo: las relaciones de pareja.
Finalmente, hay profesionales que prefieren hablar de “violencia de género” o “violencia machista” cuando se refieren a la violencia dentro de las parejas. Esto es así porque la mayoría de agresiones que se producen en este caso las comete un varón contra su pareja femenina. Sin embargo, otros prefieren los términos de violencia familiar o doméstica, por su neutralidad en cuanto al género de las personas que mayoritariamente cometen las agresiones y las personas que suelen ser objeto de las mismas.
Realmente, los términos “violencia familiar” y “violencia doméstica” no están reñidos con el de “violencia de género” o “violencia machista”. Hay profesionales que hablan de violencia doméstica y señalan que se están refiriendo también a una violencia de género. Los términos los usamos según queremos destacar algún aspecto sobre otro, pues ninguno es perfecto ni define a la perfección toda la complejidad de este tema.

7. ¿Qué es la violencia de género?

El término “violencia de género” abarca mucho más que la violencia que ejercen sobre las mujeres algunas parejas masculinas, pues se refiere también a la violencia que sufren las mujeres desde su infancia hasta su vejez a manos de varones que son sus padres, tíos, cuñados, jefes, compañeros de trabajo, vecinos, amigos, etc. Así pues, además de la violencia familiar o doméstica, se incluyen temas como la violencia laboral, la violencia infantil, la trata o el turismo sexual.
La definición más empleada de violencia de género es la elaborada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, que dice que la “Violencia contra la mujer es todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en el vida privada” (Artículo 1 de la "Declaración para la eliminación de la violencia contra la mujer", 20 de diciembre de 1993).

8. ¿Por qué se habla tanto de violencia contra las mujeres? ¿Es que nadie maltrata a los varones?

Efectivamente, también los varones son maltratados, pero contra lo que está tan asumido por la creencia popular, no son sus esposas quienes más les maltratan sino otros varones que son sus padres, abuelos, tíos, hijos, profesores, vecinos, amigos, jefes, etc. La mayoría de la violencia que reciben los varones proviene de otros varones. Esto es también un tipo de violencia que tiene mucho que ver con el género, es violencia de género también.

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sábado, 6 de junio de 2015

¿Las personas transmiten la felicidad por el olor?

Un experimento de laboratorio con 'muestras de olores' sugiere que los humanos captan las emociones positivas de los demás a través del sudor
     
Traducido del inglés: miércoles, 27 de mayo, 2015



MARTES, 26 de mayo de 2015 (HealthDay News) -- Por lo que se refiere a las emociones, la felicidad normalmente está a plena vista: se ve en una amplia sonrisa, se escucha en una risa estridente, se siente en un gran abrazo.
Pero una nueva investigación sugiere que podría haber un modo menos obvio de captar las emociones positivas de otra persona: el olor.
Según un equipo de investigadores europeos, la felicidad podría generar sustancias que aparecen en el sudor, y esa señal a través del sudor la huelen las personas que se encuentran cerca.
Los experimentos también sugieren que no solamente respiramos las emociones alegres de los demás, sino que al hacerlo en realidad nos sentimos más felices nosotros mismos.
"El sudor humano producido cuando una persona se siente feliz induce un estado similar de felicidad en alguien que huele este olor", dijo el coautor del estudio, Gun Semin, profesor de investigación en el departamento de psicología de la Universidad de Koc, en Estambul, Turquía, y del Instituto Superior de Psicología Aplicada en Lisboa, Portugal.
Los hallazgos aparecen en una edición reciente de la revista Psychological Science.
Los investigadores indicaron que las investigaciones previas ya han demostrado que las emociones negativas, como el miedo o el disgusto, pueden comunicarse a través del olor del sudor.
Para ver si ocurre lo mismo con los sentimientos más felices, el equipo de Semin recogió muestras de sudor de 12 hombres jóvenes después de que cada uno de ellos viera videos diseñados para inducir una serie de emociones, que incluían la felicidad y el miedo. Todos los hombres gozaban de un buen estado de salud, no fumaban ni tomaban drogas, y ninguno bebió alcohol ni consumió alimentos aromáticos ni mantuvo relaciones sexuales durante el periodo de estudio.
A su vez, 36 mujeres igualmente en buen estado de salud, se dedicaron a oler las muestras mientras se monitorizaban sus reacciones. El grupo que debía oler, explicaron los investigadores, se confinó a las mujeres porque éstas normalmente tienen un sentido del olfato mejor que el de los hombres, y además son más sensibles a las señales emocionales.
Después de analizar las expresiones faciales del grupo que olía, el equipo de investigación concluyó que de hecho parecía haber lo que se conoce como "sincronización conductual" entre el estado emocional de una persona que sudaba, el sudor generado, y la reacción de la persona que olía dicho sudor.
En concreto, eso significaba que las caras de las mujeres que olían el "sudor feliz" mostraban una actividad de los músculos faciales que se considera que representa a la felicidad.
Pero el sudor no siempre produjo una respuesta contagiosa en el que lo olía. Por ejemplo, las personas que olieron y que verbalizaron que tuvieron una reacción "agradable" o "intensa" ante una muestra de sudor no manifestaron esas reacciones en sus expresiones faciales.
¿Qué es lo que exactamente hace que el "sudor feliz" sea contagioso?
Semin, que también es profesor de ciencias sociales y de la conducta en la Universidad de Utrecht, en Holanda, reconoció que "no hemos demostrado cuál es la naturaleza de los componentes químicos del sudor".
Pamela Dalton, científica olfativa (del sentido del olfato) del Centro de los Sentidos Químicos Monell, en Filadelfia, dijo que los hallazgos le parecieron "un poco sorprendentes".
Sin embargo, "lo que es interesante en este estudio es que sugiere que una emoción positiva puede comunicarse, lo que en mi opinión es mucho menos importante para la evolución y la conducta humanas que ser capaz de transmitir y reconocer una emoción negativa, como el miedo o el enfado", dijo Dalton.
Por esa razón, Dalton dijo que "esperaría que la capacidad de comunicar una emoción feliz fuera [en realidad] menos potente que la capacidad de transmitir una emoción negativa".
Pero Andreas Keller, investigador asociado de la Universidad de Rockefeller de la ciudad de Nueva York, dijo que los hallazgos del estudio tienen sentido de manera intuitiva.
"Escuchar a personas felices y ver a personas felices nos hace sentirnos más felices", dijo, "de modo que el hecho de que olerlas también nos haría sentir más felices no es tan sorprendente".
Según Keller, el próximo paso "sería averiguar cuál es la diferencia en las sustancias químicas entre el sudor del miedo y el sudor feliz que median en dichos efectos. Esto abriría la puerta al estudio de lo que está pasando a nivel mecánico".

Artículo por HealthDay, traducido por Hola Doctor
FUENTES: Gun R. Semin, research professor, department of psychology, Koc University, Istanbul, Turkey; and Instituto Superior de Psicologia Aplicada, Lisbon, Portugal, and professor, social and behavioral sciences, Utrecht University, the Netherlands; Pamela Dalton, Ph.D., M.P.H., olfactory scientist, Monell Chemical Senses Center, Philadelphia, Pa.; Andreas Keller, Ph.D., research associate, The Rockefeller University, New York City; April 13, 2015 (online), Psychological Science
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